Revista Casa Mediterráneo

Ángela Nieto: “Es fundamental que las mujeres tengan modelos de profesionales exitosas”

en abril 25, 2019

Ángela Nieto (Madrid), doctora en Bioquímica y Biología Molecular, desarrolla su labor en el Instituto de Neurociencias de Alicante, donde tras un arduo trabajo junto a su equipo de investigación ha descubierto el mecanismo de las células embrionarias cuyo desplazamiento provoca la metástasis, responsable de más del 90% de las muertes por cáncer. Un paso importantísimo en el hallazgo de un tratamiento para frenar el desarrollo de patologías relacionadas con esta enfermedad.

Nieto se doctoró en la Universidad Autónoma de Madrid en 1987. Un año después se trasladó al Instituto de Investigaciones Biomédicas AS de Madrid para estudiar la muerte celular programada. En 1989 se unió al National Institute for Medical Research en Londres para trabajar en el aislamiento de genes implicados en el desarrollo del sistema nervioso. En 1993 consiguió una posición de Científico Titular (CSIC) en el Instituto Cajal de Madrid, y desde entonces dirige un grupo que estudia los movimientos celulares durante el desarrollo embrionario y las patologías en adultos.

Fue promocionada a Profesor de Investigación en 2004 y ese año se trasladó con su equipo a Alicante, al Instituto de Neurociencias (CSIC-UMH), donde trabaja como Directora del Grupo de Movimientos Celulares en Fisiología y Patología. Además, compagina esta labor con otros cargos en numerosas instituciones públicas y privadas, que la llevan constantemente por medio mundo.

Su labor le ha valido prestigios reconocimientos, como el Premio de la Fundación Carmen y Severo Ochoa (2004), Premio Alberto Sols a la Mejor Labor Investigadora (2006), Rey Jaime I en Investigación Básica (2009), Distinción al mérito científico en los Premios 9 de Octubre de la Generalitat Valenciana (2015), Premio México 2017 de Ciencia y Tecnología otorgado por el Gobierno de México, Premio a la Investigación del Cáncer 2018, otorgado por la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (2018) y Premio Importantes del Diario Información (2019), entre otros muchos.

Ángela Nieto participará el jueves 25 de abril en el ciclo ‘Mujeres y el Mediterráneo’, que organiza Casa Mediterráneo a las 19:30 horas en su sede, en un encuentro con entrada libre moderado por la periodista Sonia Marco. La científica concedió una entrevista a la Revista Casa Mediterráneo donde nos desvela las claves de su investigación sobre el cáncer, la importancia de la prevención y de inculcar vocaciones científicas en las niñas.

Desde su equipo de investigación, han descubierto un mecanismo que podría evitar la metástasis, responsable de más del 90% de las muertes por cáncer. ¿En qué consiste este hallazgo?

Sí, lo que hemos encontrado ha sido el mecanismo necesario para formar las metástasis. Es el resultado de un trabajo que venimos desarrollando desde hace 25 años. Lo que estudiamos desde el principio es cómo se forman los embriones, y para el proceso de formación del embrión, aparte de que las células se dividan y se diferencien en un tipo de célula u otra para formar, por ejemplo, el hígado o el corazón, también tienen que saber dónde colocarse. Hay muchas que nacen muy lejos de donde tienen que situarse al final y para eso tienen que adquirir la capacidad de moverse, de emigrar, de viajar.

Eso es lo que hemos estudiado durante muchos años y hemos encontrado los mecanismos moleculares, el programa genético que hace que las células adquieran capacidad de movimiento. Cuando descubrimos esto pensamos que seguramente algo parecido utilizarían las células cancerosas para formar las metástasis, que son esos tumores secundarios que se desarrollan en distintos órganos del cuerpo y que, de hecho, son la causa de más del 90% de las muertes. Lo iniciamos como una hipótesis y efectivamente encontramos que esto era así. El cáncer utiliza mecanismos que no corresponden al individuo adulto, sino a los embriones, para mover las células de un sitio a otro.

Lo que resulta interesante también es ver cómo en el cáncer, que es un procedimiento muy complejo en el que se producen alteraciones en el control de todo tipo de procesos de las células, se encienden cosas que deberían estar apagadas. Yo siempre utilizo la metáfora del interruptor. El hecho de que cada célula del cuerpo funcione de una forma distinta -la del hígado, la del cerebro, la del corazón…- se debe a que aunque todas las células tienen el mismo material genético cada célula de un tipo tiene encendido el interruptor de unos genes y apagado el de otros. Entonces, en los programas genéticos embrionarios hay una serie de interruptores encendidos que son fundamentales, y uno de ellos es éste relativo al movimiento de las células.

Cuando las células en el embrión llegan a su destino, el interruptor se apaga y se mantiene apagado, pero lo que ocurre es que en el cáncer se deterioran los mecanismos de control, se encienden y se apagan muchos de ellos sin ningún control, se encienden los mecanismos que no tocan y uno de ellos son los embrionarios. Eso lo utiliza el cáncer para diseminar las células y formar la metástasis. Encontramos el mecanismo molecular que lo hacía y en ese momento pensamos, no sólo nosotros sino también muchos laboratorios en todo el mundo y compañías farmacéuticas, que tendríamos que prevenir que se encendiera otra vez el interruptor para que no hubiera metástasis.

Lo que ocurre es que ahora sabemos que muchas veces en el diagnóstico hay muchas células que ya han salido del tumor primario, aunque no haya metástasis. Entonces, si paramos el programa del movimiento detendríamos todas esas células que ya han salido. No estaríamos haciéndolo bien, porque se formarían más metástasis. Ése es el segundo hallazgo y tenemos que ser muy cautos en el pensamiento de las terapias. Por lo tanto, de nuevo, conociendo muy bien lo que pasa en los embriones, sabiendo que las células cancerosas lo que hacen es secuestrar un mecanismo embrionario, aprendemos cómo diseñar mejores terapias.

¿Podríamos afirmar que estamos más cerca de poder evitar la metástasis?

Claro, siempre estamos más cerca, porque la investigación del cáncer ha progresado muchísimo en los últimos 25 años. Depende del tipo de cáncer. Hay algunos tumores que tienen todavía mal pronóstico, pero hay otros que tienen un pronóstico infinitamente mejor que hace 25 años. Por ejemplo, en el cáncer de mama estaríamos hablando de una supervivencia a cinco años del 15% aproximadamente hace dos décadas, y ahora es justo al revés, tenemos un 85% de supervivencia, lo que es fantástico. Esto, de hecho, es la ciencia básica. El conocimiento de los mecanismos moleculares y de la biología de la célula cancerosa es lo que está haciendo avanzar el proceso. Esto es muy evidente, pero necesitamos seguir trabajando mucho y, como decía, el cáncer no es una enfermedad, son cientos de enfermedades, y cada una tiene sus peculiaridades.

Hay otros tipos de cáncer, como el melanoma, que hay que mencionar muy bien aquí. Vivimos en un lugar fantástico pero tenemos un sol tremendo y hay que concienciar a la población de protegerse mucho de la luz ultravioleta, porque obviamente se sabe que es la mayor causa del melanoma. Y éste es uno de los tumores en los que no se ha avanzado tanto, sin embargo, en los últimos años ha aparecido un tipo de terapia novedosa que tiene que ver más que con atacar las células tumorales, con fortalecer el sistema inmune, el sistema de defensa, que es lo que se llama la inmunoterapia del cáncer, que está teniendo unas perspectivas fantásticas para el melanoma.

Por lo tanto, lo que quiero decir es que partir del conocimiento íntimo de la célula tumoral y también del estado de la célula cuando no se ha convertido todavía en un tumor nos ayuda a entender los procesos que nos permitirán diseñar mejores terapias. De ahí viene todo, del conocimiento no sólo de cómo es la célula tumoral, sino también de cómo el cuerpo responde con respecto al fortalecimiento del sistema inmune.

Lo que asusta a la mayoría de las personas es que si evitas situaciones de riesgo, como el tabaquismo, vida sedentaria, mala alimentación… aparte de la predisposición genética, ¿hay otros factores que provoquen el cáncer?

Hay predisposición genética, eso está claro. Hay algunas mutaciones que se transmiten y dan una mayor susceptibilidad al cáncer. Pero luego lo que tú has dicho, el tabaquismo para el cáncer de pulmón, el sol para el melanoma, la mala alimentación para el cáncer del colon… Eso es lo otro que influye. Es decir, sólo hay dos mecanismos que contribuyen: la susceptibilidad genética y la epigenética, y aquí se meten todos esos condicionantes que vienen del exterior y a los que el cuerpo tiene que responder. Todo esto antes no lo conocíamos mucho, pero ahora sí, con lo que parece increíble que nos cueste tanto concienciarnos de que tenemos que llevar una vida mucho más saludable para prevenir el cáncer y otras muchas enfermedades.

La susceptibilidad genética significa que hay más probabilidades y el cáncer, como cualquier cosa en la vida, es una cuestión de probabilidades. Un factor muy importante para el cáncer también es la edad. Cuantos más años se tengan, más probabilidades, porque se va acumulando daño en las células a lo largo de la vida, dependiendo del tipo de vida que llevemos. Y volvemos otra vez a los factores epigenéticos.

¿Se podría aventurar cuándo podría estar disponible un tratamiento contra la metástasis?

Estará en los hospitales en el momento en el que esté disponible. Tenemos que decir que el sistema sanitario español es excepcional y eso la población lo tiene que saber. Disponemos de un sistema sanitario universal y de muy buena calidad. Es verdad que hay listas de espera, pero hay lugares donde ni siguiera las hay porque no existe una seguridad social universal y son países cercanos y avanzados. Ahora, lo que los científicos jamás vamos a dar es una fecha, porque no sabemos cuándo va a llegar y en el caso del cáncer, el tratamiento estará disponible en distintos momentos para los diversos tipos, como ya está sucediendo.

Hay que pasar muchísimos controles de calidad antes de poner una terapia a disposición de los pacientes. Eso lleva muchos años, tiene un protocolo muy estricto que está regulado internacionalmente. Pero en el momento en el que está disponible, los hospitales españoles lo incorporan. Por ejemplo, la inmunoterapia del cáncer, que es un tratamiento tremendamente caro, se está utilizando en España y se está integrando en el sistema de la Seguridad Social. Esto es absolutamente extraordinario y muy meritorio de nuestro sistema de salud.

¿Cómo ve la presencia de la mujer en el campo de la ciencia en España?

En España no estamos peor que en otros países, de hecho, naciones europeas cercanas a nosotros se encuentran mucho peor en términos de presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad en el ámbito de la ciencia. Yo no he sufrido ninguna discriminación por sexo, detectable, pero es verdad que existe una tijera en STEM, acrónimo de Science, Technology, Engineering and Mathematics, donde hay muchas diferencias.

En otras disciplinas como la sanidad hay menos disparidades, pero de todas maneras, lo que tenemos son dificultades sociales. Al principio hay muchísimas mujeres en la universidad, en algunos casos más que hombres en carreras de ciencias, pero luego cada vez menos, debido a la propia estructura de la sociedad, que favorece la presencia del hombre y los valores masculinos. Pero también es debido a que muchas mujeres, con todos nuestros sentimientos, fisiología y condicionadas por la sociedad, abandonan y tiran la toalla cuando tienen hijos, precisamente en el momento quizás más productivo en la carrera de un científico.

Ése es un problema, pero también otro que hay que evitar viene de mucho antes, de la educación, y tiene que ver con que las mujeres vean modelos de otras profesionales en todo tipo de ámbitos que puedan ser exitosas y debemos mostrarlo. Eso me interesa mucho, de hecho es algo que se está haciendo y cada vez mejor. De lo que se trata es de que las niñas en los colegios no estén pensando que tienen que ser cuidadoras, de la familia, de los enfermos, de los mayores… en el sentido de protección de la unidad familiar o de la sociedad y que ésa es su misión. Y por lo tanto estén predispuestas solamente a ese tipo de profesiones. Tienen que creer que pueden ser cualquier cosa que se propongan, porque no hay ninguna limitación que se lo prohíba, excepto la que le imprime la propia sociedad.

En este sentido, se están impartiendo charlas en los colegios.

Son fundamentales. De hecho, desde el Instituto de Neurociencias tenemos muchos programas de puertas abiertas, donde vienen miles de niños y también adultos, que se celebran durante una semana, una vez al año. Además, a lo largo de todo el año tenemos visitas de colegios y quienes trabajamos en los laboratorios también vamos a colegios e institutos para motivar en vocación científica, que es lo que se está perdiendo, ya no sólo en términos de mujeres, sino la población en general porque se piensa que es una profesión mal remunerada y con poco futuro.

Yo, en realidad, lo que pienso es que la crisis lo que nos ha dejado es una sociedad muy polarizada. La clase media está disminuyendo de forma dramática en toda Europa, pero en España aún más que en la media, y esto quiere decir que la polarización económica y social que experimentamos ahora es mucho mayor que antes de la crisis y esto no favorece en absoluto las medidas con las que se promueve el cambio del concepto de la sociedad.

Encuentro con Ángela Nieto
Investigadora del Instituto de Neurociencias (CSIC-UMH).
Fecha y hora: Jueves 25 de abril de 2019, a las 19:30 horas.
Lugar: Casa Mediterráneo (antigua Estación de Benalúa).
Modera: Sonia Marco (Asociación de la Prensa de Alicante).
Entrada libre, limitada al aforo de la sala.
Tras la charla se servirá un vino de Alicante.
Parking gratuito hasta la finalización del evento.
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