Revista Casa Mediterráneo

‘Cafarnaum’, la infancia olvidada

en mayo 21, 2020

Desde el comienzo de su carrera, Nadine Labaki ha exhibido, en la pantalla grande, las muchas caras de El Líbano. Ya sea en una bella crónica social: “Caramel” o en un cuento denunciando tensiones religiosas: “Y ahora, ¿a dónde vamos?”, la directora filma su país en toda su complejidad. Ubicado durante décadas en la encrucijada de los mayores conflictos del planeta, este pequeño Estado es hoy el apéndice del desastre sirio con una afluencia desproporcionada de refugiados. Un drama que multiplica por diez la deriva inherente a todas las megaciudades principales: infancia maltratada, inmigración ilegal, esclavitud…

Por Luis López Belda.

Zain es un niño de unos 12 años. El médico del juzgado estima que esta edad es aproximada porque el niño ya no tiene dientes de leche. Este pequeño hombre ingresa a la corte como demandante. Frente al juez, declara presentar una queja contra sus padres por haberle dado la vida…

En las profundidades de Beirut, Zain nunca tuvo una infancia. Para pagar el alquiler de su miserable departamento, sus padres lo obligaron a él y a sus hermanos y hermanas a ser esclavos de la tienda de comestibles local. Vendedor de chicle o repartidor de una botella de gas, el niño sueña, sin embargo, con subirse, un día, a uno de estos minibuses cargados de mochilas que cruzan apresuradamente el vecindario. Pero sólo es un pre-adolescente y algo nuevo lo aterroriza. El tendero le ha pedido matrimonio a su hermana pequeña y espera impacientemente que se convierta en “una mujer”, a que le venga el periodo. Entonces, cuando la niña de 11 años despierta una mañana y las sábanas contienen una pequeña mancha de sangre, Zain hace todo lo posible para ocultar el incidente y organizar su huida. Lamentablemente, los padres se dan cuenta y el niño se irá solo.

Solo en un autobús, Zain comienza una nueva búsqueda de la supervivencia. Entre las rampas y los vertederos de la autopista, sigue a un hombre, un poco simple, disfrazado de Spiderman. Un encuentro inusual que relaja, por un momento, la intensa angustia del niño. Pero el animal dibujado en el disfraz de este superhéroe es, de hecho, sólo una gran cucaracha y Zain descubre entonces un mundo sórdido. Un área sin ley donde todos los que se quedan atrás en la sociedad están tratando de sobrevivir, ya sean inmigrantes o niños que deben valerse por sí mismos como él.

Fotograma de ‘Cafarnaum’

Nadine Labaki observó esta miseria de cerca. Durante casi dos años investigó en los barrios bajos de Beirut para dar testimonio del destino de estos niños perdidos. En aras de la autenticidad, su director de casting propuso los diferentes roles a las personas que vivían allí. La historia es ficción, pero los destinos de las personas son muy reales. Rahil, la joven africana indocumentada que recoge a Zain, incluso fue arrestada durante la filmación de la película por clandestinidad. Sin la intervención de la directora, la joven habría sido llevada de vuelta a la frontera.

Impulsado por las experiencias de estos actores, este drama moderno emana un fuerte poder de convicción en su tono que te lleva a las entrañas desde los primeros minutos. Reflexiva y precisa, la película impone la fuerza del documental al tiempo que conserva una cierta elegancia en la narración. De hecho, la narrativa, ingeniosamente construida, nunca quita los ojos de encima a su héroe. Una mirada cuidadosa a través de una cámara que acompaña a su sujeto en lugar de espiarlo, que lo respeta y no lo estudia.

Es entonces cuando estamos cautivados e intensamente conmovidos por la determinación de este pequeño hombre que, desde la altura de sus doce años, lucha como un león para salvar su piel y especialmente la de los más débiles a su alrededor. Este personaje, encarnado visceralmente por este joven refugiado sirio, aporta un verdadero talento para la interpretación en esta película que, más que “necesaria”, es sobre todo un trabajo cinematográfico logrado y sensible. Ganadora del Premio del Jurado en el 71º Festival de Cine de Cannes, “Capharnaüm” fue una de las principales películas europeas y mediterráneas de 2018. 

Para concluir, reproduzco parte de la reseña que hizo el crítico Carlos Boyero cuando la vio en Cannes: “Hace tiempo que yo no lo pasaba tan mal en una película, que me afectara tanto la angustia y la tragedia de los personajes que llenan la pantalla, que respirara con alivio en el desenlace de la historia. Y eso demuestra la sensibilidad y el talento de esta mujer para removerme de tal forma. Y es que si el sufrimiento, cuando está descrito con hondura y verdad, tiene poder de transmisión sobre el receptor, resulta insoportable cuando aquellos que lo padecen son niños. Acusarán a Labaki de manipuladora del sentimiento, de hacer pornografía con el desamparo de los más débiles, de no sé cuántas tonterías más. En mi caso ha logrado el estremecimiento, que sienta en carne viva lo que les ocurre a sus desgraciadas criaturas”.

 Ficha artística: 

Título original: Capharnaüm. Director y Guión: Nadine Labaki. 126 minutos. Género: Drama sobre la Infancia. Música: Khaled Mouzanar. Fotografía: Christopher Aoun. Intérpretes: Zain Al Rafeea, Yordanos Shiferaw, Boluwatife Treasure Bankole, Kawthar Al Haddad, Fadi Kamel Youssef, Cedra Izam, Alaa Chouchnieh, Nour el Husseini, Elias Khoury, Nadine Labaki

 Principales premios: 

Premios Oscar: Nominada a Mejor película de habla no inglesa.

Festival de Cannes: Premio del Jurado, Sección oficial a concurso.

Globos de Oro: Nominada a Mejor película de habla no inglesa.

Premios BAFTA: Nominada a Mejor película en habla no inglesa.

Critics Choice Awards: Nominada a Mejor película de habla no inglesa.

Asociación de Críticos de Chicago: Nominada a Mejor película extranjera.

British Independent Film Awards: Nominada a Mejor película internacional.

Premios César: Nominada a Mejor película extranjera.

Premios Guldbagge (Suecia): Nominada a mejor película extranjera.

 Plataforma de streaming donde puede verse el film: 

Movistar hasta 18 de septiembre de 2020.

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mariagialma@gmail.com‘Cafarnaum’, la infancia olvidada