Quería terminar esta serie de artículos con un título optimista, aunque la peli no lo es. Se trata de una película perfecta para entender el alma española, de dónde venimos, a dónde vamos y para responder a esa pregunta tan de moda y que tanto inquieta: ¿Somos un gran país? La propia existencia de esta obra cumbre de nuestro cine ya debería ser suficiente como respuesta.
Luis López Belda
Esta maravilla del gran Fernán-Gomez fue realizada a principios de la década de los 60 y estrenada de forma residual. Posteriormente fue suprimida del inconsciente colectivo y sólo resurgió en una restauración de 2015. Lo sucedido con esta obra, a la altura de El verdugo, sirve como una forma de comentario sobre la censura bajo el régimen de Franco y, por lo tanto, como un indicador útil de cómo la Transición ayudó a la liberación del cine español.
La película sufrió la persecución de los censores y fue remontada, después de su finalización en 1963, con la esperanza de obtener una licencia para una distribución más amplia y una calificación moral menos punitiva, pero, aun así, su lanzamiento en 1965 se restringió a un puñado de proyecciones fuera de Madrid. Esto fue particularmente dañino para su acogida ya que la acción se enfoca en el distrito de la clase trabajadora en Madrid, conocido popularmente como el Barrio de Maravillas, que se convirtió en el centro de La Movida Madrileña quince años después. Algunos aspectos eran difíciles de entender en ese momento si no se vivía en la capital, aunque hoy en día, la esencia fundamental de la cinta se entiende perfectamente, conmoviendo e indignando a partes iguales.
El mundo sigue es una adaptación de una novela de 1960 de Juan Antonio de Zunzunegui, un distinguido escritor conocido por su crítica social. Ofrece un melodrama sobre una familia de clase trabajadora en el que las dos hermanas mayores se enfrentan entre sí. Eloísa, la hermana mayor, es una ex reina de belleza del vecindario que se ha casado con un despilfarrador, obsesionado con las quinielas, perfectamente interpretado por Fernán Gómez. Por el contrario, su hermana menor, Luisita “progresa” gracias a hombres de negocios ricos que le compran regalos caros a cambio de sus favores. Saltan chispas y se tiran de los pelos, literalmente, cada vez que coinciden.
Gómez se acerca a su película utilizando el neorrealismo y desarrollando sus posibilidades de melodrama. En la secuencia de apertura de la película se muestra un primer plano del asiento del conductor y el salpicadero de un automóvil costoso; ésta también será la última toma de la película, en un travelling de retroceso. El director demuestra que interpretación, guión y puesta en escena son todo uno en las grandes películas.
El neorrealismo fue popular como estética para varios directores españoles durante la era de Franco, ya que ofrecía el aspecto de las películas de arte y prestigio que a las autoridades españolas les hubiera gustado ver emuladas por sus cineastas en festivales como Cannes y Venecia, con el desmedido objetivo de mostrar al mundo que España podía ser un país moderno y estéticamente en vanguardia. Paradójicamente, algunas de estas cintas, como Viridiana de Buñuel (1961) no se estrenaron en España en su momento. Hay que recordar que el film del genio aragonés sigue siendo el único de nacionalidad española ganador en Cannes, festival tradicionalmente esquivo a nuestro cine, algo totalmente contrario a Berlín o Montreal.
Hay varias escenas del film que nos ocupa en las que las actuaciones son excesivas. Se cae en el tremendismo. Aunque algunos hayamos tenido la desgracia de vivir situaciones en las que el ardor hispano es así o mayor, raramente quedan bien en pantalla. Son escenas necesarias desde el punto de vista airado, enfadado (con razón) de Fernán-Gómez, pero es lo que peor funciona, visto hoy en día.
Sin embargo, resulta igual de moderno, o más que en su momento, el uso de técnicas expresionistas como la iluminación basada en los negros y los montajes de imágenes nocturnas. Con una duración de poco más de dos horas, la película siempre es atractiva y fácil de ver.
He leído algunas críticas de cinéfilos extranjeros que no entienden qué fue lo que ofendió a los censores. Creo que cualquier español o conocedor de nuestra cultura tiene una respuesta clara. La película desmonta, dinamita, hace volar por los aires algunos tópicos sobre el carácter español. El film muestra una absoluta ausencia de eso que los anglosajones llaman “la comunidad” y, por tanto, es imposible el sentimiento de pertenencia a ella. Aquí estamos ante un sálvese quien pueda en el que cada uno tiene que buscarse la vida por su cuenta.
Otro aspecto muy moderno del film es que el punto de vista de la narrativa de la película cambia en su segunda mitad. Inicialmente, parecería que las impulsoras de la narrativa son las dos hermanas, Luisita y Elo. Pero, poco a poco, casi imperceptiblemente, el centro de atención vira hacia la relación entre Elo y su marido, sin olvidar a Luisita. La obsesión por el fútbol (incluso podemos ver imágenes reales de un partido del Real Madrid) y el juego barato, como las quinielas, son usados por el director como una forma de mostrar que todo ello mantiene a la clase trabajadora, feliz y sin participación en la escena política.
En definitiva, un film fundamental de nuestro cine que ha sido rescatado del olvido después de muchos años en el ostracismo. ¿Cuantas películas en todo el mundo seguirán durmiendo el sueño de los justos?
Ficha artística:País: España. Título original: El mundo sigue. Año: 1963. 115 minutos. Dirección y guión: Fernando Fernán-Gómez, basado en una novela de Juan Antonio Zunzunegui. Música: Daniel White. Fotografía: Emilio Foriscot. Reparto: Lina Canalejas, Fernando Fernán Gómez, Gemma Cuervo, Milagros Leal, Francisco Pierrá, Agustín González, José Morales, José Calvo, Fernando Guillén, María Luisa Ponte, Jacinto San Emeterio, Pilar Bardem, José María Caffarel. Género: Drama social.
Principales menciones:Una de las diez películas españolas preferidas del crítico Carlos Boyero. Que no es poco decir.
Plataforma de streaming donde puede verse el film:-Amazon
-Filmin
-Flixole