Desde finales del siglo XIII, los soberanos de la Corona de Aragón desarrollaron una agresiva política exterior, centrada en la conquista y colonización de territorios situados más allá del ámbito ibérico y, especialmente, en el contexto geográfico del Mediterráneo occidental. Como consecuencia de ello, algunos de esos territorios terminaron por ser incorporados de modo permanente a los dominios ibéricos, como sucedió con Cerdeña. Otros, en cambio, se convirtieron en dominios eventuales, mucho más vinculados a la familia real, motivo por el que tendieron a convertirse en estados mucho más autónomos, como Sicilia o el propio reino de Nápoles. En esta conferencia, explicaremos algunos de los factores más importantes para entender este largo y complejo proceso de expansión, que se desarrolló durante más de dos siglos y se convirtió en un importante elemento de cambio a nivel político, social y económico a escala mediterránea.