Con el fin de acercar a la ciudadanía la importancia de las misiones del MOE y mostrar la relevancia de su trabajo para proporcionar estabilidad en regiones del mundo sometidas a los vaivenes de la pobreza, los conflictos armados, los tráficos ilegales y el terrorismo, Demetrio Muñoz ofreció una conferencia el pasado 18 de mayo en Casa Mediterráneo, en el marco del ciclo “Mediterráneo hoy” ante un aforo completo.
¿Cuáles son las funciones del MOE?
Desarrollar las misiones de operaciones especiales que se nos encomienden, de todo tipo. Fundamentalmente, ahora lo que estamos haciendo es prestar asistencia militar en los países del Sahel y Oriente Medio, en los cuales estamos desplegados, consistente en entrenamiento y asesoramiento a sus Fuerzas Armadas.
Su sede está en Rabasa.
Sí, aquí en Alicante está el Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, que supone el porcentaje más grande, el 80% de las fuerzas de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas. Hay fuerzas especiales de la Armada en Cartagena y fuerzas especiales del Ejército del Aire en Alcantarilla (Murcia), estamos todos muy cerca.
Pese a la importancia que tiene este Mando de Operaciones Especiales, ¿la ciudadanía alicantina y la española en general conoce su existencia y la envergadura de su trabajo?
Creo que no todo lo que se debería de conocer. En Alicante estamos haciendo todos un esfuerzo para sacar los cuarteles a la calle, para que el MOE sea conocido y que esté al nivel de la población. Esta semana, las Fuerzas Armadas hemos hecho un concierto en el ADDA el martes; hoy estamos aquí, ofreciendo esta conferencia en Casa Mediterráneo; el fin de semana tenemos abierta una exposición en el Puerto, muy enfocada a la juventud, para que los críos tengan contacto con las Fuerzas Armadas; y el domingo habrá una Jura de Bandera en el Puerto, a la que está previsto que asistan unas 2.000 personas,… Forma parte del esfuerzo que emprendemos una vez al año para sacar a la calle al Ejército, las Fuerzas Armadas y el MOE.
Según una encuesta del CIS de 2015, que usted ha dado a conocer en su conferencia, la ciudadanía española se muestra preocupada por el terrorismo, sobre todo el islamista. Sin embargo, esa misma encuesta evidencia que la gente no es muy consciente de la importancia de las operaciones especiales en el exterior para frenar la amenaza terrorista. ¿Ustedes trabajan para que esta labor sea conocida y apoyada por la sociedad española?
Sí, nosotros más que combatir directamente el terrorismo, que también lo hacemos, apoyamos a los ejércitos, les asesoramos y les formamos para que combatan el terrorismo en sus países, lo que estamos intentando fundamentalmente es proporcionar estabilidad. Ya no podemos mirar hacia otro lado. Crisis como la de Siria o Libia han demostrado que en cuanto llega la inestabilidad se producen unos movimientos poblacionales que al final nos afectan.
Estas poblaciones lo que quieren es permanecer en sus países, viviendo en un clima de estabilidad y, lógicamente, la primera premisa para obtenerla es la paz, que haya seguridad. Y eso es precisamente lo que estamos haciendo: reforzando los pilares de la seguridad, a través de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Guardia Civil tiene un importante paquete de fuerzas desplegadas en el exterior, apoyando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de esos países, intentando reforzar ese pilar que es el que da poder al gobierno para alcanzar la estabilidad. La inestabilidad en países como Siria, Libia o Mali desgraciadamente está provocando grandes movimientos poblacionales, ya que lo más natural es que la gente busque tranquilidad, y además dentro de estos movimientos vienen enmascarados y diluidos muchos terroristas.

El General Demetrio Muñoz (derecha), junto al director de Casa Mediterráneo, Javier Hergueta, en el transcurso de la conferencia sobre el MOE – Foto: María Gilabert / Revista Casa Mediterráneo
¿La UE valora y apoya el papel de España, puerta hacia África, de contención del terrorismo?
Sí, España tiene una vocación muy clara de no asumir misiones de carácter unilateral. España es un fiel defensor de trabajar bajo los paraguas de Naciones Unidas, la Unión Europea y la OTAN. En concreto, en África se está trabajando fundamentalmente bajo el paraguas de la UE y la ONU. La misión que estamos desarrollando en República Centroafricana, en Mali, son misiones de la UE. La misión que está desarrollando la Armada, Atalanta, es bajo el paraguas de una coalición y de la Unión Europea… Tenemos esa vocación. No somos como otros países, como puede ser Francia, que tienen unos intereses personales y emprenden acciones unilaterales. A nosotros nos gusta trabajar en coalición o puntualmente algunos apoyos, como a Mauritaria, con quien tenemos muy buenas relaciones, y a otros países del Sahel y el Norte de África. Se trata de misiones no militares, sino de entrenamiento.
¿Están trabajando en Siria?
En Siria no hay fuerzas españolas. Estamos volcados en Irak, dentro de la coalición que en un principio se estableció, liderada por Estados Unidos, Inglaterra y otros países, entre ellos España, para restituir su integridad territorial, detrayendo casi más de la mitad de su territorio, que llegó a estar en manos del Estado Islámico. Siria tiene una situación mucho más complicada, hay países que están allí, pero la situación es sumamente confusa al no haber una estructura política clara a la que apoyar y muchos intereses enfrentados. Ante este contexto, España ha decidido quedarse al margen, proporcionando otro tipo de apoyos y colaboraciones más políticas que militares.
Según algunos expertos, Siria se ha convertido en un tablero de ajedrez entre diversos países, entre ellos EE.UU. y Rusia, que defienden sus propios intereses.
Aunque no soy un experto, ni domino la situación geopolítica, pero indudablemente en esa zona compuesta por Siria y Líbano hay muchos intereses confrontados, de Estados Unidos, Rusia, Irán, Israel… España ha optado por participar en aquellas situaciones en las que haya una postura clara occidental de apoyar a una de las partes. En concreto, en Irak, apoyar al gobierno legalmente constituido, dar estabilidad, propiciar la celebración de elecciones, que el ganador gobierne el país, retirarnos y combatir al Estado Islámico.
La operación Atalanta de lucha contra la piratería en Somalia ha sido todo un éxito de las fuerzas españolas por su carácter disuasorio e incluso de desarrollo, al haber proporcionado alternativas de vida a la población de la zona.
Indudablemente, la primera función del Ejército es la disuasión. El hecho de tener unas Fuerzas Armadas es como tener una magnífica puerta blindada o una alarma, y es un elemento que disuade para que me hagan algo malo. Después, cuando hay que entrar en acción, se hace, pero el trabajo previo consiste en hacerse respetar como país y defender a sus ciudadanos y sus intereses.
Atalanta se desplegó, a base de dar golpes contra los piratas se les demostró que los secuestros eran inútiles y al final todo ha vuelto a la normalidad. Además, los atuneros españoles empezaron a velar por su propia seguridad y se ha acabado. Y estamos haciendo un trabajo serio en Somalia, apoyando al gobierno para intentar dar estabilidad a ese país, desarrollo, acabar con las mafias, algo que es difícil, porque hay facciones islamistas muy fuertes que todavía atacan permanentemente al gobierno, pero ahí seguimos trabajando. De hecho, la operación aún no ha acabado, seguimos en Djibouti…
Por último, los recursos económicos con los que cuenta el Ejército español, ¿son suficientes?
Esto es una cuestión de homologación con los países de nuestro entorno. España es uno de los países que menos invierte en defensa, se puede constatar. El Presidente Trump ya lo advirtió hace tiempo en los países de la OTAN: EEUU estaba cansándose de ser el aportador nato de recursos, todo el mundo tenía que darse cuenta de que éste es un problema global, de todos, y aspiraba a que todo el mundo alcanzase la cifra del 2% para defensa. España está en el 1% del presupuesto neto, pero ni siquiera con los planes especiales de armamento, que potencian la industria nacional, se acerca a ese 2%. España tiene que darse cuenta de que si quiere tener un peso en el mundo y defender sus intereses fuera tendrá que apostar por ese dos por ciento.
Y que la ciudadanía española vea la importancia de aumentar los presupuestos de Defensa.
Lo que intentamos con este tipo de charlas es explicar a la ciudadanía no sólo nuestro papel disuasorio, que ya se debería suponer, sino que debemos estar contentos. De hecho, el 60% de la población considera que son necesarias las Fuerzas Armadas y que van a seguir siendo necesarias en el futuro. Pero indudablemente, no basta con creerlo, sino que también hay que apostar decididamente por unas Fuerzas Armadas con capacidad para afrontar los retos a los que nos enfrentamos.
Y que haya gente decidida a integrarse en sus filas y que económicamente le compense…
Ese es uno de los temas más importantes para nosotros. En estos tiempos de bonanza económica es cuando el Ejército sufre más, porque no es atractivo desde el punto de vista económico. Tenemos hombres y mujeres que trabajan con nosotros hasta los 45 años la mayor parte, forman una familia, aman su trabajo y merecen un sude digno, igual que pueda tener un guardia civi o un policía nacional. Esa equiparación debería ser un objetivo justo, que se merecen.