El Ensemble Casa Mediterráneo, la orquesta residente de la institución diplomática creada en 2014, regresa a los escenarios con un Concierto Extraordinario de Navidad que tendrá lugar en su sede los próximo días 19 y 20 de diciembre a las 12:00 horas. Las actuaciones serán a beneficio de la Fundación Banco de Alimentos (FESBAL) con el fin de apoyar a esta entidad que abastece de productos de primera necesidad a la población más vulnerable de la provincia, cuya situación se ha visto agravada este año por crisis del Covid-19. FESBAL ha habilitado una plataforma online para realizar donaciones en su página web (bancodealimentosalicante.org), así como un número de cuenta: ES67 2038 6165 8160 0059 4056.
Los conciertos, de aforo limitado, han agotado ya las entradas, pero podrán seguirse por redifusión a través de la web y el canal de YouTube de Casa Mediterráneo. El repertorio se compone de cinco piezas de Francesco Manfredini, Johan y Josef Strauss y Franz Xaver Gruber, a las que se suma una Sinfonía de Ludwig Van Beethoven como homenaje a la figura del compositor en el 250 aniversario de su nacimiento. Con el fin de conocer la trayectoria del Ensemble Casa Mediterráneo, los objetivos de la agrupación y las características del Concierto de Navidad, mantuvimos una entrevista con su director artístico y titular, Ignacio García Vidal.
El Ensemble Casa Mediterráneo es la orquesta residente de la institución diplomática, que fue creada en 2014 y tras una pausa retoma ahora su actividad con el doble Concierto de Navidad. ¿Cómo nace este proyecto y cuál ha sido su trayectoria?
La verdad es que lo has resumido de maravilla, hay poco más que decir. El Ensemble Casa Mediterráneo si por algo se caracteriza es que es una orquesta de cámara muy heterogénea, flexible y diversa en su formato en cuanto a que no se trata de una orquesta cerrada, sino que es un proyecto que nace en el año 2014, en la época en la que Almudena Muñoz era la directora de Casa Mediterráneo. Surge de una inquietud por vincular la música con la programación cultural de la institución de un modo más estable y yo diría que incluso más propio, no sólo invitando a artistas externos a la casa, sino precisamente contando con una agrupación musical propia. Eso demuestra una sensibilidad por el hecho de querer ofrecer al público alicantino, en este caso, un instrumento propio, creado además por músicos alicantinos o vinculados con Alicante, y que de alguna manera se retroalimenta. Es gente de Alicante ofreciendo su trabajo para gente de Alicante.
Desde el año 2014 al 2017 el Ensemble Casa Mediterráneo desarrolló varios ciclos de conciertos, todos muy reposados en la didáctica y en la recuperación de un repertorio que tenía que ver con el Mediterráneo en diferentes ciclos, sobre todo había uno que se llamaba “Som Mediterráneo”, en donde se hacía especial hincapié en la recopilación de repertorio de todo el Mediterráneo, pero después el “Stabat Mater” ha participado por ejemplo en giras por Argelia, ha interpretado durante varias Semanas Santas diferentes conciertos en la Concatedral de San Nicolás de Alicante e incluso ha desarrollado varias actuaciones de gala en las propias instalaciones de Casa Mediterráneo como “El amor brujo” de Manuel de Falla o “El concierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo, que han sido de los eventos más importantes a nivel musical que han sucedido en la historia de la institución.
A finales de 2017 se detiene la programación del Ensemble Casa Mediterráneo y ahora con un cambio de gestión se retoma la idea, lo cual nos llena de felicidad y nos tiene de nuevo preparados para seguir haciendo música.
¿Los músicos que forman parte del Ensemble son estables o van cambiando en el tiempo?
Es una pregunta muy atinada. Aunque queda mal que lo diga yo, pero de alguna manera el motor y el impulso vienen por mi parte, no en vano por eso soy el director artístico y titular. Dicho esto es evidente que yo asumo cierta responsabilidad y decisiones a nivel artístico, qué tipos de músicos que adecúan más al programa que vamos a tocar en ese momento, cuántos músicos necesitamos… Hay un grueso de músicos con los que siempre ha trabajado el Ensemble desde el primer día, pero como te decía al principio la filosofía de la orquesta es muy versátil, muy flexible y muy capaz de adaptarse al proyecto. Trabajamos por proyectos, es decir, no tenemos una temporada estable semanal ni mensual de conciertos y lo que adecuamos es siempre las posibilidades y los recursos para ofrecer el mejor proyecto posible.

Ensayo del Ensemble Casa Mediterráneo ante el Concierto Extraordinario de Navidad
En este caso, por ejemplo, los conciertos que estamos ofreciendo ahora son con una plantilla de orquesta de cuerdas, en la que están algunos de los músicos habituales, profesores y profesionales muchos de los cuales viven en Alicante o en la provincia, y nos reforzamos con otros colaboradores también de muy alto nivel que nutren con su calidad un grueso que ya existe, que es compacto y que tiene una sonoridad concreta. Sobre todo, yo recalcaría la versatilidad, la flexibilidad en cuanto a que no es un ente cerrado, más bien todo lo contrario, una orquesta de cámara que se adapta a cada uno de los proyectos que plantea.
El Ensemble se interesa especialmente por música clásica y contemporánea de países Mediterráneos. ¿De qué países estamos hablando?
Más allá de la primera fase o ésta, la filosofía es la misma. El Ensemble tiene una vocación de acercar la música clásica a todos los públicos, a los niños, a quienes no están acostumbrados a acudir a un auditorio normalmente, entonces, es verdad que nuestro interés reposa en acercar música no solamente clásica o del repertorio más habitual. Hemos tocado música de Argelia, de Marruecos, de Túnez, de Grecia, de la antigua Grecia, de Turquía, por supuesto de los países del norte del Mediterráneo, de Italia, de España, de Francia… pero no nos interesa tanto lo geográfico, no vamos a lo etnocéntrico, sino más bien al estilo. Por ejemplo, hemos trabajado algún ciclo de conciertos que se llamaba “Canciones del Mediterráneo”, donde al lado de una canzonetta italiana había una canción marroquí y por qué no, si lo que nos une precisamente es esa cultura mediterránea y la música es toda la misma.
O, por ejemplo, “El amor brujo” de Manuel de Falla es una de las obras con más esencia flamenca con todo lo que ello supone a nivel musical y de influencias mediterráneas de todo tipo. Por lo tanto lo importante es ese espíritu de divulgación, ese espíritu de acercar la música a todo tipo de públicos. A veces hemos interpretado el “Stabat Mater” de Pergolesi en Semana Santa en la Concatedral de San Nicolás, por supuesto que es un compositor mediterráneo, pero lo importante es tener la capacidad de adecuarnos al público alicantino, que en esas fechas espera un “Stabat Mater”, y nosotros le ofrecemos lo que demanda en ese momento. Entonces, la filosofía pasa por ahí. En los tres años y medio que trabajamos el Ensemble fue visitado en la sede de Casa Mediterráneo por cerca de 7.000 personas, entre ellos muchos escolares a los que les ofrecíamos un ciclo de conciertos comentados, algo que nos interesa mucho también porque nunca vamos a tener un público adulto enamorado de la música si no formamos primero a nuestros niños en la música.
España ha sido un lugar de cruce de culturas y la música se ha ido retroalimentando entre los pueblos que se han conectado a lo largo de la historia. ¿En las composiciones de los diferentes países del Mediterráneo que el Ensemble interpreta se aprecian muchas influencias mutuas?
Absolutamente. Aquí te habla más mi vertiente como musicólogo, pero es así. El Mediterráneo por sí ha sido un mar muy transitado, muy viajado, muy navegado y muy bien comunicado a lo largo de la historia. En tiempos anteriores a la era del avión e incluso de la carretera era el mar el modo de comunicación más rápido. Todas las artes, incluida la música, han corrido a la misma velocidad que lo han hecho el comercio, la política, la religión, los conflictos bélicos, los amores o los acuerdos diplomáticos. La música no es ajena al desarrollo de la humanidad. En ese sentido, todos los países de la cuenca del Mediterráneo tienen una particularidad y es que están muy influidos unos de otros. Dependiendo del momento histórico encontramos similitudes muy grandes.
Tengamos en cuenta que la primera partitura de la historia de la música que existe documentada es “El Epitafio de Seikilos”, una tumba situada en Turquía donde aparece un canto fúnebre acompañado de unas primeras notas musicales, que no tienen nada que ver con el pentagrama actual. Ese “Epitafio de Seikilos” nosotros lo hemos tocado en uno de nuestros conciertos porque nos parecía simbólicamente importante que el Ensemble de Casa Mediterráneo diese cabida en su programación a un epitafio de hace 2.000 años. Pero es que en el mismo programa de ese concierto había un aria de una ópera de Monteverdi. ¿Qué quiero decir con esto? ¿Hay una lógica en cuanto a un desarrollo histórico? No. ¿Hay una lógica en cuanto a una similitud estilística? No. Hay una lógica en cuanto a que somos hermanos, en cuanto a que nos une un mar, el Mare Nostrum. Digamos que todo el tiempo desde el Ensemble lanzamos ese mensaje de que el mar debería convertirse otra vez en nuestro nexo de unión y no de separación.
La música se ha influido enormemente en el transcurso de los siglos. Está lleno de ejemplos. La música andalusí del siglo XI o XII es una música potentísima que se desarrolló no sólo en nuestro Al Andalus, sino también en el norte de África y que influyó muchísimo en la música posterior de la península ibérica. Italia ha sido enormemente influida también por corrientes poéticas y artísticas del sur de Francia. Y encontramos mucha conexión en los idiomas. Hubo una época muy interesante, cuando estudiamos el periodo sefardí de la península ibérica. Nosotros también hemos tocado música sefardita en los conciertos. Por ejemplo, la canción “La galana y el mar” hoy es un símbolo porque sigue siendo cantada en Israel o en lugares de Grecia donde existen comunidades sefardíes y ya casi no se conoce en España. Por lo tanto, mira qué mensaje tan interesante: Aquella canción originaria de los judíos españoles del siglo XIII o XIV resulta que hoy ha traspasado cualquier tipo de frontera del tiempo y forma parte de un patrimonio universal. Creo que ésa es la magia del Ensemble, de esa filosofía de poner en valor y recordar todo aquello que nos ha unido durante tanto tiempo. Y la música sin ninguna duda es un lenguaje que nos emociona y nos sigue uniendo.
En el programa del Concierto de Navidad del Ensemble Casa Mediterráneo hay una sinfonía de Beethoven, en homenaje al compositor cuando se cumple el 250 aniversario de su nacimiento. ¿Qué destacaría de esta pieza?
Es un guiño muy importante y original el que hacemos con la inclusión de esta obra, porque el programa que ofrecemos en los conciertos de los días 19 y 20 de diciembre orbita alrededor de la Navidad, pero superando todos los tópicos. Nosotros planteamos desde un “Concerto grosso Pastorale per il Santissimo Natale”, del Barroco de los siglos XVII y XVIII, luego pasamos a lo que más conoce la gente que es toda la tradición vienesa de los valses y las polcas, pero en medio de ese programa tan navideño y que tanta ilusión nos hace realizar a beneficio del Banco de Alimentos, hemos querido meter ocho minutos de música de uno de los más geniales compositores de la historia como es Beethoven. Este año 2020 se cumple el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven y no sólo eso, sino que hoy [por ayer, 17 de diciembre], el día en el que estamos manteniendo esta entrevista, fue el día en el que nació.
La proximidad de la fecha nos ha animado a incluirlo, porque aunque no pinte nada en cuanto a la temática navideña, Beethoven pinta mucho en este año. Simbólicamente, Beethoven fue el compositor de la historia de la música que más dificultades superó: la sordera, enormes problemas con su padre alcohólico que lo maltrataba… Hoy en este 2020 deberíamos haber celebrado en todas las orquestas del mundo el 250 aniversario de su nacimiento y nosotros, desde el Ensemble de Casa Mediterráneo, rendimos homenaje con la incursión en el programa de este concierto a Beethoven. La humanidad, que tal mal lo está pasando, debe sacar esa lectura de que al final todo es cíclico, que hay momentos de sufrimiento como los que atravesó Beethoven, pero también hay momentos de lucidez, de disfrute y de paz para el alma. Introducir la música de Beethoven en este concierto es una forma de rendirle homenaje y, al mismo tiempo, un mensaje de esperanza y de ánimo para superar esta situación tan difícil que todos estamos viviendo.