En el 80 aniversario del fallecimiento del insigne poeta Miguel Hernández, Casa Mediterráneo acoge el jueves 16 de junio a las 19:30 h. un concierto en homenaje a su figura a cargo de la cantante, poeta y compositora cántabra Inés Fonseca y del guitarrista Nono García. Ambos interpretarán las canciones del libro-disco de Inés Fonseca, ‘Vuelo’, donde la artista musicaliza diez poemas del poeta oriolano más universal. Inés Fonseca nos concedió una entrevista para conocer los detalles de su concierto.
Inés Fonseca nació en Santander y a los cuatro años se fue a vivir a Bélgica, donde permaneció hasta su regreso a España a los nueve. Desde los cuatro años su mundo se centró en la música y más tarde, con trece años, en la poesía. Cursó estudios de Filología Hispánica y obtuvo el título de profesora de canto y guitarra. Hizo la carrera musical en solitario produciendo sus propios libro-discos: diez en total, donde la música y la poesía mantienen un equilibrio. Tres de ellos -‘Amanecer’ (2000), ‘Un ciempiés’ (2008) y ‘Más allá de este claustro’ (2006)- contienen su propia música y poesía. Y los siete restantes musicalizan poemas de grandes autoras y autores: ‘Vida’ (2002), con poesía de José Hierro; ‘Generación del 27’ (2007); ‘Vuelo’ (2010), con poemas de Miguel Hernández; ‘Dos en Uno’ (2012), poesía de Ernesto Cardenal; ‘Contrabando’ (2015), poesía de Isaac Cuende; ‘Trazos’, (2016), poesía de mujeres contemporáneas; y ‘Recuerdo de sombras’, (2019), dedicado a la poesía de la mujer de la Generación del 27.
Ha sido columnista del Diario Montañés, ha publicado cuentos en diversas antologías y ha participado como profesora en cursos universitarios. Se ha dedicado, sobre todo, a ofrecer conciertos pedagógicos en distintas universidades españolas y del extranjero, al igual que en institutos, dando a conocer la poesía a través de la música. Forma parte de la asociación Clásicas y Modernas.

Inés Fonseca y Nono García
¿Qué objetivo persigue el concierto que va a ofrecer en Casa Mediterráneo junto al guitarrista Nono García?
Mi objetivo siempre es el mismo: dar a conocer la obra de Miguel Hernández.
¿En qué etapa de la poesía de Miguel Hernández se centra su libro-disco ‘Vuelo’?
La mayoría de los poemas que seleccioné fueron de su último libro, Cancionero y romancero de ausencias. Un libro que por desgracia quedó inconcluso, pero que nos revela quién fue y quién pudo haber sido Miguel Hernández. No olvidemos que murió muy joven.
¿Qué temas abordan los poemas de Miguel Hernández que ha convertido en canciones?
Me alejo del poeta soldado y me centro en el poeta en su total desnudez, tanto de retórica como de sentimientos. El amor, el dolor por lo perdido, la tristeza, la desilusión, la esperanza…
¿Le ha resultado complicado musicalizar los poemas de Miguel Hernández?
No especialmente. Cuando un poema te envuelve, lo haces tuyo y la música nace.
¿La militancia política del poeta oriolano cree que ha marcado la visión que la sociedad tiene del poeta?
Pienso que sí. Él mismo se consideraba viento del pueblo y, como tal, era la voz del pueblo y la República. Era lógico dado el contexto y las circunstancias en las que vivió. Pero la guerra acabó y él terminó en prisión. La soledad, la miseria y el dolor físico y espiritual le hacen ahondar más en su persona. Ya no es viento del pueblo. Solo queda el poeta con una visión más madura sobre el mundo y sobre sí mismo. “Después de todo, todo ha sido nada”, como dijo el poeta José Hierro.
Su libro disco ‘Vuela’, cuyas canciones interpretará en el concierto, además de diez poemas de Miguel Hernández incluye fragmentos de prosa, correspondencia del poeta, pinturas y fotografías. ¿Qué aportan a la imagen del poeta?
Todos mis libros discos aunque tengan las dimensiones de un cd encierran un pequeño y gran universo del poeta o la poeta a quien va dedicado. En este caso, después de leer su epistolario, creí que sus cartas aportaban la realidad que esconden sus versos. No olvido que la poesía es sentimiento y también retórica. Las cartas nos indican la realidad del día a día, de las necesidades que surgían a nivel de dinero, relaciones, alimentación, medicamentos… las circunstancias reales que no encuentras en los poemas.
Además, nos muestran los vínculos que mantenía con las personas que fueron importantes en su vida: Ramón Sijé, Josefina Manresa, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca… Las ilustraciones para el libro me fueron cedidas por el hijo del pintor Luis Quintanilla (Santander 1893 – Madrid 1978). Da la casualidad que Luis Quintanilla vivió y coincidió con Miguel Hernández en distintos lugares y hechos de la Guerra Civil. Sus frescos, expuestos en la Universidad de Cantabria, son poemas antibelicistas. Sus títulos lo dicen todo: “Dolor”, “Huida”, “Hambre”, “Destrucción” y “Soldados” fueron creados para el pabellón de España en la Exposición Universal de 1939 en Nueva York, como encargo del Gobierno de la República. Pero la derrota de la República impidió que estas obras se exhibieran en la Feria Universal. En el libro disco leemos, vemos y escuchamos. Tres artes que se complementan y nos dan una visión más amplia del poeta.
La música y la poesía son dos expresiones artísticas muy complementarias. Para usted, ¿ambas forman una simbiosis natural desde sus inicios como cantante y compositora?
Sin duda. La poesía, si es buena, posee la magia de sugerirnos imágenes que teníamos en algún trastero de nuestra mente. La música también puede hacerte ver, sentir y vivir emociones. Cuando ambas, palabra y música, van unidas sucede el milagro. Forma parte de mí desde que tengo uso de razón. Juntarlas y crear un pequeño universo personal ha sido y es una forma de entender la música y la palabra.
¿Los poemas de Miguel Hernández, pese al paso de los años, siguen estando vigentes?
Siempre seguirán vigentes. La guerra es la tara de la humanidad. Sus consecuencias nos salpican aunque haya miles de kilómetros de por medio. Los que la viven día y noche sin descanso, como la sufrió Miguel Hernández y como la sufren miles de ucranianos y miles de personas de nacionalidades diferentes, tendrán cosidas en sus mentes el desamparo, la rabia y la tristeza, como versos de un poema. El amor, igual que la guerra, forma parte de nuestro ADN y en la poesía de Miguel lo tenemos a raudales. Tenemos Miguel Hernández para la eternidad.
Más información:
En la página web Inés Fonseca (inesfonseca.com)