Revista Casa Mediterráneo

Lucas Vidal, del mundo de las bandas sonoras a la música electrónica orquestal

en noviembre 10, 2020

La carrera musical del joven compositor Lucas Vidal, reconocido con dos premios Goya por el tema principal de Palmeras en la nieve junto a Pablo Alborán y la banda sonora de Nadie quiere la noche, avanza imparable. Tras obtener una sólida formación en prestigiosas escuelas de Estados Unidos, en el Berklee College of Music de Boston y en la Julliard School de Nueva York, Lucas dio el salto a Hollywood, donde tras años difíciles y con mucho trabajo se fue abriendo paso hasta que le llegó la oportunidad de componer la banda sonora de Fast and furious 6, tras la que se sucederían otras películas de éxito. En 2016 fue galardonado con un Emmy por la composición del tema musical de la cadena ESPN para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero Lucas, lejos de acomodarse, decidió volver a sus raíces en España y emprender nuevos proyectos.

Pronto llegaron los Goya y su consagración en el mercado español, donde Lucas Vidal decidió adentrarse en territorios inexplorados para él: la producción musical y la música electrónica orquestal. En el ámbito de la producción, donde es autodidacta, realizará colaboraciones con Amaia Montero, Antonio Orozco y mezclará los grandes éxitos del afamado Raphael en su proyecto Resimphónico. Y al poco tiempo se lanzará a grabar su primer álbum de música electrónica orquestal, bajo el título Karma.

Lucas Vidal participará en un encuentro virtual de Casa Mediterráneo el próximo martes 10 de noviembre a las 19:00 horas, en el marco del ciclo Música y el Mediterráneo, que moderará la periodista Sonia Marco. Con el fin de conocer su trayectoria más de cerca, mantuvimos una charla telefónica con Lucas Vidal, quien nos hizo un hueco en su apretada agenda plagada de entrevistas y proyectos musicales.

Te empezaste a abrir camino desde muy joven en el mundo de las bandas sonoras. ¿De qué manera influyó el ambiente familiar en tu vocación musical?

Influyó mucho, venía con un background bastante musical. Mi abuelo fundó Hispavox, mis tíos y primos son bailarines, mi padre toca el piano, mi madre tiene muy buen oído, mi hermano es también muy creativo y aunque tenga una serie de restaurantes,180 grados, sigue dándole mucho a la música y a la composición.

¿Qué supuso para ti a la hora de orientar tus estudios asistir al campamento de composición musical de la Berklee College of Music?

Supuso un antes y un después, fue toda una experiencia en la que descubrí que había otros niños con las mismas inquietudes que yo, lo que era difícil de encontrar en Madrid. Y el hecho de viajar al extranjero me ayudó a conocer otra cultura y otra manera de estudiar y trabajar que iba más acorde a lo que yo buscaba.


¿Cómo describirías tu experiencia en Boston, donde estudiaste doble titulación de Música para Cine y Composición?

Me lo pasé genial, porque tuve la suerte de vivir con mi primo durante varios años, que era primer bailarín del Boston Ballet entonces y me fui a todos los ballets, hacía un montón de grabaciones, estaba con la comunidad de Berklee y hasta me hice muy amigo de Carlos Robles, que era Cónsul en Boston. O sea que me dio para todo.

Tuve la suerte de poder tomar clases privadas con Richard Danielpour, que para mí es el mejor compositor que tiene Estados Unidos a nivel operístico y del que aprendí mucho.

A continuación fuiste a seguir tu formación a la Julliard School de Nueva York. ¿Qué destacarías de tus años en esta prestigiosa escuela?

No lo acabé, pero fue una experiencia. Era más conservador, más clásico, pero tuve la suerte de poder tomar clases privadas con Richard Danielpour, que para mí es el mejor compositor que tiene Estados Unidos a nivel operístico y del que aprendí mucho. Él estudió directamente con Bernstein y en su música, y también en la mía de alguna manera, tiene influencias.

¿Qué compositores de bandas sonoras son tus referentes?

Mis referencias, aparte de la música clásica, en lo que respecta a la música de cine yo diría que son Ennio Morricone, John Williams, Alberto Iglesias, Alexandre Desplat, que es un genio…, pero yo vengo más de otro mundo, no tanto del de las bandas sonoras, sino del mundo de la clásica y luego de la electrónica, que es lo que he estado desarrollando en mi último álbum.

¿Qué has querido transmitir con tu primer álbum de música electrónica orquestal, ‘Karma’?

Lo que he querido es juntar estos dos mundos, el de la electrónica y la orquestal de una manera diferente, respetando la elegancia y la sonoridad orgánica de la música orquestal y ese tono de la electrónica que me parece muy interesante y se está desarrollando mucho. La gente cada vez más escucha música electrónica, que también está presente en todos los registros, tanto en trap, como en pop y en música alternativa.

Retrocediendo un poco en el tiempo, en 2009, diste el salto a Los Ángeles. ¿Cómo fueron esos inicios hasta que en 2012 te llegó la oportunidad de grabar la banda sonora de ‘’Fast and Furious 6’?

Bueno, fue complicado porque no tenía mucha experiencia y no tuve la suerte de ser asistente de algún compositor. Fue difícil pero lo viví con mucha ilusión.

Tras varios éxitos en el cine estadounidense, trabajando con grandes figuras, decidiste volver la mirada a España, viviendo a caballo entre Madrid y Los Angeles. ¿A qué se debió la decisión de instalarte en Madrid?

Estuve viviendo en Los Angeles y he vuelto a España hace un año y medio. Creo que fue una buena decisión regresar a mi país, tanto a nivel personal como profesional. Ahora se están haciendo producciones maravillosas, hay una industria estupenda, donde se están desarrollando un montón de proyectos fascinantes y pensé que era un buen momento para volver a mis raíces.

En 2016 fuiste premiado con dos Goyas, por el tema principal del largometraje ¨Palmeras en la nieve¨ junto a Pablo Alborán y por la banda sonora del film ¨Nadie quiere la noche¨. ¿Qué supusieron para ti estos reconocimientos?

Siempre hace ilusión y fue una alegría que se reconocieran estos trabajos, pero yo soy de los que piensan que lo importante es el día a día, hacer los trabajos bien, estar centrado en lo mío y querer mejorar siempre.

Tras tu exitosa incursión en el cine español, das un paso más y te introduces en nuevos territorios: la producción musical, realizando colaboraciones con Amaia Montero, Antonio Orozco y mezclas los grandes éxitos del afamado Raphael en su proyecto Resimphónico. ¿Qué es lo que te gusta de la producción y cómo es el proceso de trabajo con los artistas?

Me parece interesante explorar nuevas vías, al igual que he hecho con el disco Karma, hacer colaboraciones. Son mundos paralelos de los que también quiero aprender y me lo paso muy bien.

Recientemente has compuesto la identidad sonora de La Liga. Cuéntanos el sentido de los latidos que marcan este trabajo.

Era una idea que me dio La Liga como briefing, donde se grabaron 90 latidos de bebés que estaban en el vientre de sus madres, que son los futuros seguidores de La Liga. Por tanto, quería basarme en el ritmo del corazón para poder desarrollar la pieza, y a la hora de transmitirlo al público pensé que lo mejor era utilizar los aplausos que es algo universal y podía quedarse en la gente.

Por último, ¿cuáles son tus próximos proyectos?

Por un lado, llevar el disco adelante. Por otro lado, estoy trabajando con varias series, Paraíso, Elite, Mediterráneo… no paro.

Más información:

Web: lucasvidalmusic.com
Spotify: open.spotify.com/artist/6MerhqnpjjeEbjZydltdlS
Instagram: instagram.com/lvidalmusic/

Compartir esta entrada:
mariagialma@gmail.comLucas Vidal, del mundo de las bandas sonoras a la música electrónica orquestal