La próxima sesión del ciclo ‘Gastronomía y el Mediterráneo’ pone el foco en las mujer ganadera, una figura fundamental para la preservación de un sector productivo básico en nuestro país, la transmisión del patrimonio, la supervivencia de los pueblos y la protección del Medio Ambiente. Con el fin de ahondar en un tema bastante desconocido para la población en general, el encuentro contará con la participación de Regina Monsalve Mayans, Presidenta del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados de Valencia y Castellón, y Lucía Velasco, Presidenta de la Asociación de Ganaderas Asturianas. La cita, de carácter virtual, tendrá lugar el miércoles 31 de marzo, a las 19:00 h., a través de la web de Casa Mediterráneo y sus redes sociales. Modera la chef María José San Román.
Con el propósito de conocer la envergadura de la ganadería en España, los problemas a los que se enfrenta y las reivindicaciones de un sector que en los momentos más duros del confinamiento demostró su capacidad para abastecer con productos de calidad los mercados nacionales, mantuvimos una entrevista con Lucía Velasco, ganadera profesional desde su incorporación a la actividad agraria en el año 2010. Velasco regenta una explotación ganadera de carne de vacuno con más de 110 animales de raza Asturiana de los Valles, vaqueira y trashumante. Es presidenta de la Asociación Ganaderas Asturianas desde su constitución en 2018, que reivindica el papel de la mujer en el medio rural.
Ha recibido numerosos reconocimientos por su labor en la defensa del sector ganadero: ‘Reguerana del Año’ 2017 por conservar la tradición de la trashumancia en Somiedo y hacerla compatible con el siglo XXI; Pregonera de la Feria de la Trashumancia 2018; Premio Joven Ganadera 2018; ese mismo año, Premio de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales que otorga el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por su proyecto ‘Vaqueira Siglo XXI-Ganaderas Asturianas’ por la innovación que supone aunar el mantenimiento de una tradición ancestral como la trashumancia con la figura de una mujer al frente de una explotación moderna y competitiva; y ‘Vaqueira de Honor’ 2019 por el Gran Consejo Rector del Festival Vaqueiro y de la Vaqueirada en su 61ª edición, por ser una “conocida activista por los derechos de la mujer rural”.
La cría de animales para la obtención de carne y otros productos derivados es quizás la cara más visible de la ganadería, pero ¿qué otras funciones menos conocidas desempeñan los ganaderos y las ganaderas?
En mi caso, hago la trashumancia de los valles bajos a los puertos o la montaña alta. Se lleva haciendo más de cuatro siglos de forma ininterrumpida. Cogí las riendas de la ganadería de mi marido. No todos los días se conoce una ganadería que lleve cuatro siglos manteniendo la tradición, la historia, la cultura y la genética de los animales, que ha ido mejorando con los años. Una vaca de hace cuatro siglos es muy diferente a la actual. Me dedico a darle voz al mundo rural, reivindico las injusticias que sufrimos, las trabas, la burocracia.
Justo antes de la pandemia de Covid-19 en diversos puntos de España agricultores y ganaderos convocaron tractoradas en protesta por los bajos precios en origen. ¿Cuál es la razón de que los productos ganaderos no sean rentables? ¿Ha mejorado la situación desde aquellas reivindicaciones?
Los precios en el mercado son muy bajos debido a una serie de políticas, a la entrada de carne de otros países, cuya calidad está muy por debajo de la nuestra. La carne de nuestro país está sanitariamente muy controlada, no está hormonada ni medicada, al contrario que en otros países, donde carecen de ese control. Eso no lo están valorando los gobiernos y hacen caer nuestros precios. Es una pregunta que siempre me hago: ¿Por qué, a día de hoy, no valoran ese producto y esa calidad? Cuando se habla de una España vaciada, esto tiene mucho que ver. Con los precios cada vez más bajos, no podemos subsistir.
Ésa es una de las problemáticas, pero otra que estoy reivindicando ahora muchísimo es el tema del lobo. Aquí en la zona norte nos está afectando mucho que lo consideren una especie en peligro de extinción. Para mí y para todos los ganaderos supone un grave error, porque hay que controlarlo. Esto siempre lo recalco: No pedimos la erradicación del lobo, sino un control. Lo suelo comparar con la situación del oso. Esa especie se estaba perdiendo y se ha recuperado, pero está controlada, los ganaderos y los osos conviven. En algún momento dado, un oso mata, algo comprensible, pero una cosa es que eso ocurra de cuando en cuando y otra muy distinta que suceda todos los días, como nos está pasando con el lobo. Estamos perdiendo entre 30 y 40 cabezas al año. Entre la pérdida de animales y el bajo coste de los productos, esto no lo resiste nadie, es inviable. No nos compensa que nos vayan a pagar por esos animales. Una vaca dura una media de 16 años. Si con tres años la mata un lobo, ¿quién me da a mí la ganancia de ese animal, su genética, después de esos años criándolo? No queremos el dinero, queremos el animal. Rechazamos que la ley se lleve a cabo y pedimos que haya un control.
¿Qué respuestas ha recibido su campaña contra la nueva ley que considera al lobo especie no cinegética y por tanto prohíbe su caza en España?
Para que nos hicieran caso, se me ocurrió diseñar una camiseta que decía: “Los ganaderos no somos ni caperucita ni su abuela, sí a la caza controlada. Damos de comer a la sociedad, el lobo, no”. ¡La que se lió! Los defensores del lobo casi me comen. En una hora bloqueé a 60 personas. Lo que más me llamó la atención fue lo rápido que actuaron y vinieron a por mí. Publicaron mi PAC entera desglosada y empezaron a amenazarme a mí y a otras ganaderas.
Se basan en que los ganaderos cobramos la PAC para que el lobo mate a nuestros animales, pero eso no es así. El ganadero cobra estas ayudas para mantener en el mercado el precio del producto, sin cuya existencia la gente no lo podría adquirir. A un medio de comunicación le dije que nosotros jamás de los jamases amenazamos ni insultamos a ningún ecologista. ¿Por qué ellos no respetan a las ganaderas? Lo único positivo de todo este asunto fue que el sector se movilizó y se visibilizó el problema.
¿Históricamente cuál ha sido el papel de las mujeres ganaderas en la transmisión del patrimonio y la conservación de las razas autóctonas?
Ha desempeñado un papel muy importante, porque como bien sabemos las ganaderías van pasando de familia en familia. Y donde hay una mujer hay vida. Esas ganaderías siguen avanzando y tendemos a que la genética mejore, introduciendo toros de calidad, haciendo cruces de razas con sementales con las mejores características. La raza asturiana de los valles se adapta muy bien a las montañas, donde se conserva estupendamente. Nosotras seguimos manteniendo esa raza, conseguimos que no se pierda. En Asturias todos los ganaderos somos bastante exigentes.
¿Qué función desempeña la ganadería en el cuidado del Medio Ambiente?
Una muy importante. Cuando mis vacas suben al monte, los caminos por los que pasan está cerrados con matorral. Si esos animales dejan de estar presentes en los montes, éstos se llenan de maleza. Y eso equivale a un incendio, sin necesidad de que nadie lo provoque. Yo las llevo a una zona de roca caliza, que atrae los truenos. Cuando cae un rayo, se origina un incendio. Eso es lo que se tiene que valorar y potenciar: que tanto la vaca, como la cabra y la oveja sigan yendo a los montes. Allá donde come la cabra, la maleza no vuelve a crecer. La propia naturaleza se autorregula. A las vacas se les acusa de emitir metano a la atmósfera, pero éste sólo constituye el 5% de las emisiones de gases efecto invernadero del planeta. Por el contrario, las vacas cuidan de la biosfera.
Usted es presidenta de la Asociación Ganaderas Asturianas desde el 2018, año de su constitución, ¿cuáles son los fines de esta entidad y cuáles han sido sus principales logros?
Creé Ganaderas Asturianas por un interés hacia la formación. Tuve un problema con un parto bastante complicado y donde me encontraba ni tenía cobertura, ni llegaba el veterinario. Me busqué la vida y al final lo solventé, pero hablé con mi asesora y le expuse la necesidad de ofrecer un curso de formación básica para atender casos como éste. Me dijo que si reunía a un número suficiente de mujeres, lo intentaría. Reuní a todas las ganaderas que conocía en un grupo de Whatsapp. A raíz de ahí se hicieron los cursos, se formaron 130 mujeres en Asturias, tanto por cooperativas agroalimentarias como por ASEAGRO, y surgió la asociación.
Empezamos a darnos voz, los medios de comunicación se volcaron mucho con nosotras, viajamos a Suiza para conocer la forma de trabajo de sus ganaderías, fuimos a la feria internacional de París, nos seguimos formando. Tenemos previsto hacer un viaje a Irlanda para conocer explotaciones y ganaderías y otro a Menorca, donde estamos hermanadas con sus ganaderas. Y en Asturias organizamos muchas actividades: otorgamos premios a mujeres, celebramos jornadas, asistimos a congresos. En definitiva, tratamos de dar visibilidad a la mujer rural y potenciamos la permanencia de las mujeres en el campo.
¿Cuál es el papel de la mujer a la hora de contrarrestar el fenómeno de la “España vaciada”?
Lo tiene difícil y fácil, al mismo tiempo. No nos queremos hacer ricos, tan sólo queremos subsistir. Por un lado, los piensos para los animales cada vez están más caros y hay más impuestos. Por otro lado, las necesidades básicas no están cubiertas. Como antes he comentado, el 112 no llega al puerto. ¿Si tengo un accidente a quién llamo y quién va a encontrarme en un puerto de 120 hectáreas donde hay arboleda y monte, que es complicado, si no hay cobertura? Y nadie está libre de romperse un tobillo. Lo primero que necesitamos es un 112 para socorrernos. Lo segundo, pediatras. Hay pueblos en los que sólo van una vez a la semana. La gente mayor no tiene opciones de ocio… Entonces, la mujer si no vislumbra una vida confortable se va del pueblo y el marido arranca con ella. Estas necesidades son las primeras que hay que cubrir, porque la gente que se va del pueblo, nunca vuelve. La ganadería es muy esclava, se trabaja de lunes a domingo, sin horarios. El que es ganadero lo es de vocación, porque ama esta profesión.
Durante los meses más duros de confinamiento, al inicio de la pandemia, salió a la luz la importancia del trabajo de agricultores y ganaderos para seguir abasteciendo de productos frescos los mercados, a quienes la sociedad tildó de “héroes”. ¿Este reconocimiento social se ha visto de alguna manera traducido en una mejora de las condiciones de vida del sector ganadero?
No. Además, a los ganaderos nunca nos gustó que nos llamaran héroes. Ésa es nuestra misión. ¿Qué pasó? Que en el país hubo un confinamiento, dejaron de llegar los abastecimientos y tuvieron que tirar de nosotros. Y demostramos que pudimos dar de comer a la gente. Nuestros productos se vendieron, se potenciaron y se valoraron, hubo una gran demanda, pero los precios se mantuvieron invariables y ahora incluso están cayendo. Al parar la hostelería y el turismo, nosotros caímos en barrena. Los gobiernos tienen que pensar que en un país en el que fallaron los suministros, si no hubiéramos estado nosotros, las estanterías de los supermercados se habrían quedado vacías. De modo que hay que potenciar a ese ganadero, a ese agricultor, y darle el valor que merece.
Además, España cuenta con unos controles sanitarios que pocos países tienen. La carne es natural pura. Yo estoy encantada como ganadera, porque vendo calidad. Sólo pedimos unos precios dignos. Por ejemplo, en Alemania al ganadero y al agricultor les pagan un sueldo aparte de su producción porque se valora el hecho de que mantienen los paisajes, que cuidan del Medio Ambiente… Por contra, en España quienes vivimos de la ganadería estamos cada vez más desmoralizados, porque no nos da para vivir. Y las ayudas de la PAC (Política Agraria Común de la UE) son totalmente insuficientes para cubrir los gastos básicos.
Recientemente, mujeres de que se dedican al sector ganadero han creado la Federación de Mujeres Ganaderas de España, SOMOS TIERRA. ¿Cuáles son sus objetivos?
Esa federación nace con el objetivo de potenciar muchísimo más los productos que producimos, tanto ganaderos como agricultores, unir a todos los agentes relacionados con el sector (restaurantes, fabricantes de maquinaria, seguros…) para que todos mejoremos nuestras condiciones de vida. Si no hay agricultores ni ganaderos, ¿a quiénes se vende el tractor? Del mismo modo, un restaurante con Estrellas Michelin presume de esa carne de calidad y por eso también debe volcarse con nosotros. Somos la base y deben apoyarnos todo lo posible, porque nuestra supervivencia les afecta directamente. La federación también nace para darle voz a la mujer, para seguir ofreciendo formación a ganaderos y ganaderas y, en definitiva, para dar visibilidad al mundo rural y a sus necesidades.