La joven escritora siria Nesrine Khoury no puede abstraerse de la guerra que le ha tocado vivir, desde que en 2011 estallara un conflicto que dura hasta nuestros días y que la obligó a dejar su hogar en Homs, una de las ciudades más castigadas por los enfrentamientos, huyendo de las bombas. Durante dos interminables años de espera en la pequeña localidad de Tartous, Nesrine se dedicó a leer y a escribir hasta que, a raíz de una tregua, regresó a Homs donde no pudo soportar vivir rodeada de devastación y decidió instalarse junto a su marido en un lugar seguro y alejado de las ruinas, la ciudad de Latakia.
Khoury ha escrito varios libros de poesía, relatos y novelas y ha ganado importantes premios que le han permitido publicar algunas de sus obras. Sus textos han visto la luz en diversas publicaciones impresas y digitales, así como en antologías poéticas. Asimismo, la autora es la artífice de la letra de la canción “Departure” para The New European Song Book, publicada en el Festival de Edimburgo de 2017, y ha participado en numerosos festivales de poesía y conferencias fuera de su país.
Actualmente, Nesrine Khoury se encuentra en Alicante invitada por Casa Mediterráneo, donde participa en su Residencia de Escritoras del Mediterráneo, una iniciativa encaminada a favorecer el intercambio y el enriquecimiento cultural entre artistas de ambas orillas. En el marco de este proyecto, la autora ofrecerá una charla el miércoles 14 de noviembre a las 20 horas en la Librería 80 Mundos en la que dará a conocer su experiencia como escritora en el contexto de una cruenta guerra.
¿Cómo compagina su profesión con su vocación literaria?
Trabajo como ingeniero civil en un departamento de antigüedades, dedicándome a la restauración de museos y edificios, pero actualmente me estoy enfocando más a la escritura que a mi profesión.
¿Cuándo comenzó a escribir?
Empecé a escribir de forma no profesional hace mucho tiempo, desde que era pequeña. Publiqué mi primer libro en 2015, la colección de poesía “With a Drag of War”. Escribí esos poemas entre 2011 y 2015, en plena guerra. Después, en 2017, publiqué una novela titulada “Wadi Qandil”, que es el nombre de un territorio de Siria y también versa sobre el conflicto bélico.
¿Que historia narra esa novela?
Cuenta la historia de una niña que fue la única superviviente del naufragio de una barca de refugiados en Chipre. La pequeña, tras crecer en la isla, vuelve a Siria en 2029 para rebuscar en sus recuerdos y encuentra el diario de una chica siria de Homs, a quien le sucede algo en Wadi Qandil, la misma zona desde donde partió la protagonista hacia el exilio. Durante la lectura del diario, descubre muchas cosas sobre las vidas de los amigos de la autora, procedentes de diversas ciudades del país, de diferentes orígenes y religiones, ya que Siria es un país de enorme diversidad. Entonces, la protagonista decide averiguar qué les ha ocurrido a estas personas.

Nesrine Khoury – © María Gilabert / Revista Casa Mediterráneo
La larga guerra que se libra en Siria, ¿cómo ha afectado a su vida personal?
Soy de Homs, la primera ciudad que sufrió los efectos de la guerra. En 2012, mi familia y yo tomamos la decisión de huir de las bombas, temporalmente -al menos eso era lo que creíamos entonces- y fuimos a Tartous, una pequeña población mediterránea próxima a Latakia, sin un plan concreto, simplemente porque era segura. Pero permanecimos allí dos años; durante ese tiempo no hice otra cosa más que leer y escribir, porque no tenía una vida. Sólo esperábamos volver a casa, pero ese momento nunca llegaba. Huimos de Homs sólo con unas pocas pertenencias en un coche atestado de personas, acechados por las balas de los combatientes y las bombas. Fue el periodo más difícil de mi vida.
En 2014 hubo una tregua entre las partes enfrentadas y la gente pudo volver a casa. Pero muchos se encontraron con que sus hogares estaban destruidos y un gran número de personas emigró a Europa y a otros lugares seguros en Siria, Jordania, Turquía… por todo el mundo. Nosotros tuvimos suerte y nuestra casa seguía en pie, aunque la mayoría de nuestras pertenencias había desaparecido. Nos vimos obligados a reconstruir nuestras vidas desde cero. Yo tomé la decisión de trasladarme a Latakia porque no podía volver a vivir en mi barrio y ver las casas de mis vecinos hechas escombros, era una situación muy difícil para mí. Aunque entiendo que la ciudad debe renacer y recuperar su pulso; de hecho, mis padres volvieron y se han quedado allí. Actualmente, yo sigo viviendo en Latakia, una ciudad más segura que Damasco y que otras localidades del país.
Con la situación bélica que atraviesa Siria, ¿los escritores encuentran dificultades añadidas a las habituales para publicar sus libros?

Dos de las obras de Nesrine Khoury – © María Gilabert / Revista Casa Mediterráneo
Es difícil, pero no imposible. En el mundo árabe, la gente no está muy interesada en la poesía, por lo que es más complicado publicar obras de este tipo. En mi caso, he logrado cierto éxito con mis libros y en parte estoy satisfecha, aunque por supuesto nunca del todo, siempre aspiro a escribir mejor. La satisfacción no es buena para un escritor.
Mi primer libro de poemas lo publicó una editorial siria, Attakwin Publishing House, de Damasco, y mi siguiente novela, tras ganar el programa de becas patrocinado por Al-Mawarid Institution fue publicado por un sello árabe, Almutawassit Publications, con sede en Milán.
Mi nueva colección de poesía, “I Kick the House and Go Out”, también ha obtenido un premio, en esta ocasión de The Arab Fund for Arts and Culture (AFAC) en la categoría de escritura creativa y crítica, gracias al cual va a ser publicada dentro de unos días por la editorial Ninawa Publishing House de Damasco. Para el título, quise comparar una casa al vientre de una madre, cuando el bebé da una patada para salir de él.
¿Alguno de sus libros se han traducido a otros idiomas?
Aún no, aunque algunos de mis poemas sí están traducidos al inglés y al francés. No obstante, mi editor me ha dicho que hay una editorial francesa interesada en traducir mi novela.
¿Qué temas trata su última obra poética?
Son poemas en prosa y diarios que reflejan mi personalidad y mi visión sobre ciertos temas. Intento mantener la guerra alejada de mí, pero la muerte aparece por todas partes. No puedes huir del conflicto, especialmente si vives en un país en guerra. Lo intento, pero no puedo. La guerra siempre está en el contexto, incluso cuando hablo de amor.
¿Qué sentido tiene para usted la literatura?
El arte en general y la literatura en particular, por supuesto, no pueden ayudarnos a detener las bombas o la guerra, pero tienen el poder de la imaginación y de los sueños, que te permiten huir y mantener viva tu humanidad.
¿Es ésta su primera visita a España? ¿Qué le está aportando la experiencia?
Sí, de hecho es la primera vez que estoy en Europa. Me encanta Alicante, me gusta casi todo: las calles, la arquitectura, la comida, el mar, las montañas,… pero especialmente la gente. Aunque no podamos entendernos del todo, porque la mayoría de las personas no habla bien inglés y yo no hablo español, me hacen sentir como en casa. El carácter del pueblo sirio y español es muy similar, en la forma de hablar alto y mucho, de mover continuamente las manos, de interrumpirse en las conversaciones… (risas). Además, nos parecemos hasta en el aspecto físico. Cuando estuve en la India todo el mundo me preguntaba si era española.
Su participación en esta Residencia de Escritoras del Mediterráneo, ¿le está ofreciendo ideas para próximos libros?
Antes de venir aquí empecé una nueva novela, que se encuentra todavía en el proceso de investigación. En estos momentos he interrumpido el proyecto y me estoy centrando en observar todo lo que ocurre a mi alrededor para obtener inspiración de la ciudad y de sus gentes.
En los próximos días tiene previsto viajar a Granada, una ciudad importante en los tiempos de Al-Andalus que tuvo una fuerte conexión con Damasco. ¿Es ésta la razón que le lleva a conocer la ciudad andaluza?
En realidad, voy a ir a Granada para conocer la casa de Lorca, porque es uno de mis poetas favoritos. Sus historias me llegan hondo. Es un ídolo para mí. Al igual que los cristianos van a Jerusalén y los musulmanes a Alkaba (Arabia Saudí), yo voy al hogar de Lorca (risas). Aunque, por supuesto, estoy interesada en ese largo período de la historia árabe. Desearía que nos encontráramos tan bien como en esa época, en la que floreció la poesía, la música, la danza… y en la que había mucha libertad, algo de lo que no gozamos actualmente en Siria.
¿Ve cercano el fin de la guerra en su país?
No lo sé, pero así lo espero. La guerra no puede durar siempre. Me gustaría que la gente pudiera volver a su hogar y llevar una vida normal.
Fecha y hora: Miércoles, 14 de noviembre, a las 20:00 h.
Lugar: Librería 80 Mundos (Avda. General Marvá, 14, Alicante).
Entrada libre hasta completar aforo.