Revista Casa Mediterráneo

Pablo Vidarte, director ejecutivo de Arkyne Technologies: “Utilizamos las plantas como interruptores biológicos”

en mayo 29, 2020

A sus 24 años, Pablo Vidarte es el director ejecutivo de Arkyne Technologies, una joven empresa española que ha desarrollado un innovador proyecto, Bioo, consistente en la generación de electricidad a partir de la fotosíntesis de las plantas. La ventaja de este tipo de energía es que no daña a la naturaleza y tiene múltiples aplicaciones, lo que ha atraído poderosamente la atención internacional dada la acuciante necesidad de cuidar el planeta.

Vidarte, que desde niño demostró una innata capacidad para la innovación, además de este proyecto ha desarrollado hardwares de geolocalización, softwares de inteligencia artificial evolutiva y sistemas de generación orgánica de hidrógeno en ríos para aplicaciones de combustibles limpios. Suma 20 premios de renombre internacional en Londres, Austria, Bucarest, Praga, Barcelona, Helsinki, París, Madrid y Bruselas, entre otros.

A los 20 años fue incluido en el listado de Forbes edición ’30 under 30 Europe’. Ha participado en la Expo Internacional de Astana de 2017. Ha sido galardonado con el Premio Parque Científico de Madrid y el Premio a la Empresa más Disruptiva por Google Inc, cabeza de lista del top 50 de las empresas más innovadoras de Europa por el Parlamento Europeo, miembro del Consejo de los 100 por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y primer premio de Energía e Industria en el South Summit.

Pablo Vidarte participará hoy, viernes 29 de mayo, a las 19:00 horas, en las Conexiones en Directo de la institución diplomática. Al encuentro, titulado ‘Electricidad en los bosques’ del ciclo Medio Ambiente y el Mediterráneo que modera el periodista Miquel Hernandis, se podrá asistir de forma online a través de este enlace. Los internautas podrán enviar sus preguntas vía WhatsApp.

En esta entrevista, Pablo Vidarte nos adelanta algunos de los fundamentos de esta forma de energía verde.

Pablo Vidarte

¿Cómo se obtiene energía de las plantas?

Para obtener energía de las plantas o de la tierra lo que hacemos es utilizar las sustancias orgánicas que están ahí de forma natural. Concretamente, de las plantas lo que usamos son aquellas sustancias que expelen por las raíces después de la fotosíntesis, no las que les nutren. Con todas esas sustancias orgánicas, que obtenemos sin dañar a la planta, lo que hacemos es romperlas con microorganismos, que se las comen, y en el proceso se liberan electrones. Con esos electrones creamos una corriente eléctrica.

¿Qué aplicaciones puede tener este tipo de energía?

Las que quieras. Cuando hablamos de generar energía te puedes imaginar que se puede hacer de todo. Sí es verdad que en este primer estadio en el que estamos -llevamos cinco años-, nuestro foco siempre ha sido llevarlo a la mayor escala posible y realmente, más allá de las líneas que ya tenemos en el mercado, nuestro siguiente objetivo es la agricultura, donde vamos a empezar poco a poco, aplicándola en sensores de humedad, temperatura, PH… que normalmente se alimentan con pilas normales. ¡Imagínate un sensor que clavas en el suelo de un campo agrícola y se alimenta de la propia tierra que está cuidando el agricultor!

En este área también estamos desarrollando unos paneles para sistemas de irrigación automática o iluminación de puntos de luz en parques y jardines. Estamos hablando de una energía que se obtiene de la propia naturaleza y al final lo que estamos haciendo es crear soluciones que sean simbióticas entre ésta y la tecnología. Y como puedes imaginarte, a medida que vamos desarrollándolo, al igual que pasó con los paneles solares u otras soluciones, llegaremos a más.

¿Cuáles son los productos que ya habéis desarrollado con esta fuente de energía? 

Nuestra empresa actualmente tiene dos líneas en el mercado. Una utiliza esta tecnología en una vertiente educativa, donde creamos energía a partir de tierra y agua y somos capaces de encender leds en los colegios. La otra línea emplea otra tecnología, donde utilizamos las plantas como interruptores biológicos. Por ejemplo, imagínate entrar a hotel que tiene un panel vegetal y al tocarlo se enciendan las luces de la habitación. Esa línea ya está en el mercado, de hecho se lanzó el trimestre pasado, y estamos haciendo instalaciones bastante interesantes.

Y en cuanto a la generación eléctrica como tal hemos hecho varios prototipos, cuyas aplicaciones son más pequeñas. Como activar un sistema wifi y cosas similares, que simplemente no se han lanzado todavía porque el producto no está preparado para el mercado y sobre todo porque nos estamos centrando en artículos a gran escala.

Tecnología verde en desarrollo para generar electricidad desde la naturaleza

He leído que habéis desarrollado un sistema de conexión wifi a través de una maceta, que se activa nada más acercar el móvil, sin necesidad de incluir la clave.

Sí. Uno de los motivos por los que ese producto no lo hemos lanzado todavía es tan absurdo como que uno de los chips que requerimos para poder conectarlo, Apple no lo tiene activo para todo el mundo, mientras que con Android sí funciona. Lo interesante de esto es que este tipo de soluciones se pueden hacer y demuestran las funcionalidades de esta tecnología.

Vuestra empresa trabaja en la domótica de las plantas. ¿Cómo funciona?

Ésta es la otra tecnología que te comentaba y que estamos utilizando en instalaciones. Funciona de la siguiente manera: las plantas son cuerpos vivos capaces de percibir los cambios de frecuencias. Cuando tocas una planta o tan solo pasas una mano por encima, al notar esta alteración de frecuencia, lo cambian por un voltaje y como son conductoras lo llevan por todo su cuerpo. Nosotros lo que hacemos es captar ese voltaje o esa diferencia de frecuencia con nuestro sistema, que ni siquiera está enchufado a la planta; de hecho, está conectado a la propia tierra, que también es conductora. De modo que al final, entre la tierra, la planta y el tacto de un ser humano ya creas esa conexión y esa señal que te sirve para activar lo que quieras, cualquier tipo de sistema como si fuera un interruptor biológico. A partir de ahí puedes hacer las aplicaciones en domótica que te resulten más conveniente en cada caso, desde activar luces, sonido, pantallas… Esto es muy útil sobre todo para el tipo de soluciones que queremos ofrecer en torno a la arquitectura del futuro y crear un tipo de simbiosis en la ciudad donde, aunque tengamos energía en todas partes, al menos podamos interactuar con las plantas de formas que antes eran impensables, ya que hasta ahora eran meramente decorativas.

En el libro ‘La vida secreta de los árboles’, su autor, el guardabosques estadounidense Peter Wohlleben, sostiene que los árboles gozan de extraordinarias aptitudes, siendo capaces de comunicarse a través de las raíces y por otros medios para ayudarse y protegerse. Este tipo de realidad suele ser desconocida para la mayoría de la población, ¿es necesaria mayor educación y sensibilización social?

Totalmente. Este tipo de estudios son muy interesantes. De hecho, estamos trabajando con nueve entidades distintas en todo el mundo y una de ellas es específicamente la Universidad de Tel Aviv, que tan sólo hace un par de meses descubrió un método más de comunicación de las plantas, directamente por el sonido. Una planta que ni siquiera tiene un sistema nervioso es capaz de coordinar todas sus células para que emitan unos gases concretos que hacen una especie de pompitas que, al explotar, todas en armonía generan un patrón. Ese patrón, si a una planta le acercas fuego o hay un hongo, cambia totalmente y empiezan a reproducirlo entre ellas. El motivo por el que una gacela se come la hoja de un árbol y se va a otro a un kilómetro de distancia y su hoja resulta ser tóxica es precisamente por este tipo de comunicaciones.

Vivimos en un mundo enormemente desconocido y sorprendente. Lo que normalmente no sabemos es que algo tan inerte como parece que son las plantas tienen una vida social muy compleja, son más inteligentes de lo que nos creemos y esa comunicación que hace falta hacia ellas tenemos que incentivarla. En los últimos siglos llevamos haciendo exactamente todo lo contrario, encerrándonos entre muros de hormigón que nos han aislado, nos han vuelto más artificiales y nos han apartado de ese contacto natural con la propia tierra. Y es necesario traerlo de vuelta. Ése es el futuro que nosotros vemos y que, de hecho, el mundo entero está pidiendo. Todos los movimientos actuales en torno a la sostenibilidad, el Medio Ambiente y el respeto a la naturaleza no existían hace cien ni doscientos años, porque ahora hemos llegado a un punto de sobreabundancia en el que nos enfrentamos a este tipo de problemas.

Instalaciones interactivas con plantas

La crisis mundial del Covid-19 ha traído consigo un respiro a la naturaleza, que ha registrado fenómenos como el descenso de la contaminación atmosférica, la reducción del agujero de la capa de ozono, la eclosión de plantas inusuales, la irrupción de animales en lugares vetados por el ser humano… ¿Esta experiencia demuestra que es posible un cambio en el modelo de producción y consumo?

Total y absolutamente. Lo que ha pasado con el Covid-19 ha sido una catástrofe, pero en términos medioambientales ha supuesto un aliento de aire brutal y una gran muestra de lo que nosotros como sociedad podemos conseguir. Y vamos a por ello. El único problema es que no vamos a lograr el resultado de este año hasta dentro de muchos, a no ser que vuelva a pasar una situación similar. Me gusta mucho ver mapas donde empíricamente uno puede observar los cambios en las emisiones de óxido nítrico, por ejemplo, que son los principales causantes de los efectos del calentamiento en las ciudades y de lluvias ácidas. Y el cambio ha sido apoteósico. Sobre todo lo que nos ha enseñado es que luchando contra el calentamiento global no sólo vamos a evitar ir a peor, sino que además podemos recuperar aquello que hemos perdido.

En una de sus charlas ha destacado la importancia de la autoformación, más allá de la educación formal, a la hora de innovar y emprender. ¿Cuál es su experiencia personal al respecto?

Yo, concretamente, dejé la universidad en tercero. Pero independientemente de eso, empecé a hacer proyectos desde muy pequeño. Recuerdo que cuando estaba en segundo o tercero de Primaria me puse a programar videojuegos porque no sólo me gustaba jugar, de modo que probé a crearlos. A los 14 años escribí un libro, luego me puse a hacer cine y música, creé mi primera empresa, hice motores de combustión externa, monté otra empresa, desarrollé softwares inteligencia artificial evolutiva… Todas estas cosas, obviamente, nadie te las enseña y son vías de escape a lo que uno suele ver en su día a día y quizás le aburre. La única herramienta que realmente me ha dado la escuela es socializarme con la gente. Los métodos que tenemos ahora para aprender están muy anticuados. Uno se puede meter en Internet a aprender lo que quiera, estar en contacto con expertos de colegios y universidades, independientemente de la edad, y cultivarse muchísimo. Al final todo consiste en conseguir amigos, contactos y saberte buscar la vida en Internet a partir de prueba y error, sobre todo de error, muchos errores antes de conseguir algo bueno. Según mi experiencia, cualquier proyecto exitoso ha requerido que otros nueve hayan fallado.

Entonces, para alcanzar el éxito en un proyecto ¿es crucial no desanimarse y seguir adelante?

Sí, básicamente. El principal motivo para que un proyecto triunfe es la perseverancia. Esto no lo digo sólo yo, te lo dice cualquiera, desde Steve Jobs hasta Elon Musk. Un factor fundamental es el equilibrio entre perseverancia y saber cuándo cambiar.

¿Qué acogida están teniendo vuestros proyectos tanto en el ámbito internacional como nacional?

La acogida está siendo muy buena a nivel internacional y también en España. Desde el propio Gobierno nos invitaron a representar a España en la Expo Universal de Energías del Futuro, de hecho ahora estamos en su Museo Permanente. También nos invitaron a formar parte del Consejo de los 100, un organismo internacional propiciado por Emmanuel Macron que reúne a nueve países con la sociedad civil de los mismos; en este caso, fuimos la directora de Google España y yo. Este tipo de iniciativas era para hacer proyectos a lo grande entre todos estos países en diferentes partes del Mediterráneo. Y como estas iniciativas ha habido otras.

Realmente, el máximo apoyo que hemos tenido ha sido por parte de la Unión Europea, que nos concedió el Premio a la Empresa más Innovadora de Europa. Y a nivel internacional ha habido mucho impacto. Hoy [por ayer] por ejemplo tengo una reunión con Japón y otra con Singapur y estamos todo el rato moviéndonos. Un proyecto así, que considero tan necesario en todo el mundo, hay que moverlo a lo grande.

Más información, en la web de Bioo.

mariagialma@gmail.comPablo Vidarte, director ejecutivo de Arkyne Technologies: “Utilizamos las plantas como interruptores biológicos”