Revista Casa Mediterráneo

Silvia García Ponzoda: “La escritura es un arma poderosa para romper estereotipos”

en enero 23, 2019

Su interés por el mundo árabe y por los temas de índole social llevó a la periodista Silvia García Ponzoda a embarcarse en la realización del documental ‘Palabra de mujer’, un trabajo intimista que retrata la trayectoria vital y literaria de tres excepcionales escritoras: la egipcia Nawal Al Saadawi, la libanesa Hanan Al-Shaykh y la marroquí Janata Bennuna. Tres mujeres con vivencias y estilos literarios muy diferentes, con algo en común: la fortaleza y la valentía con la que reflejan en sus obras la compleja y rica realidad de sus países, alejada de los tópicos afianzados en el imaginario occidental.

Producido en el año 2004 por el Taller de Imagen de la Universidad de Alicante en coproducción con la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y Televisión Valenciana, el film sigue rodando por todo el mundo, ya que los testimonios de sus protagonistas siguen teniendo plena vigencia. Con motivo de la presentación del documental el pasado 22 de enero en Casa Mediterráneo, con la participación de una de sus protagonistas, la célebre escritora Hanan Al-Shaykh, entrevistamos a su directora y guionista, Silvia García Ponzoda.

¿Cómo surgió la idea del documental ‘Palabra de mujer’?

A mí siempre me había interesado mucho el mundo árabe y la idea surgió porque quería mostrar a esas mujeres que están al margen de los prototipos. En aquel momento trabajaba en el Taller de Imagen de la Universidad de Alicante y había una convocatoria europea, Medea, que financiaba el desarrollo de películas de ficción y documentales relacionados con el mundo mediterráneo.

Entonces presenté esta idea y para desarrollarla me puse en contacto con una profesora de Filología Árabe de la Universidad de Alicante, Luz Gómez, que me fue guiando. Hicimos una primera selección de escritoras, basada en tres premisas: tenían que ser autoras cuyas obras no estuvieran dirigidas al público occidental, es decir, que escribieran para su propia cultura y en árabe; que pertenecieran a la generación del panarabismo, el movimiento de apertura dentro del mundo árabe que se vivió sobre todo en los años sesenta y setenta; y que procedieran de diferentes lugares geográficos. El programa Medea me permitió realizar la fase de pre-producción: ir a conocerlas, saber si estaban interesadas en participar en el documental y comprobar si eran buenas narradoras ante la cámara.

El documental recoge los testimonios de destacadas escritoras del mundo árabe: la egipcia Nawal Al Saadawi, la libanesa Hanan Al-Shaykh y la marroquí Janata Bennuna. ¿Qué significa la escritura para estas autoras?

Las tres escritoras son muy fuertes, pero tienen estilos completamente diferentes. Ellas son conscientes de que utilizan la escritura como un motor de cambio, un arma poderosa para romper estereotipos. Hablan de sociedades mucho más ricas que la imagen que el mundo occidental tiene de ellas. Por ejemplo, una de las novelas de Hanan Al-Shaykh, “Historia de Zahra”, está prohibida en muchos países árabes porque la autora habla sin tapujos de relaciones sexuales y de una mujer mucho más liberal de lo que se tiene preconcebido. En el Líbano, cuya sociedad es mucho más abierta que la de otros países árabes, su libro ha tenido mucho éxito y Hanan es muy conocida.

De las tres escritoras que aparecen en el documental la más polémica dentro de su lugar de origen es Nawal Al Saadawi. Ha sido encarcelada y además su país, Egipto, está viviendo en estos momentos un retroceso social muy importante. Por su parte, Janata Bennuna fue la primera mujer en formar parte de la asociación de escritores nacionales marroquíes y está muy bien considerada dentro de Marruecos. Ella centra su escritura en las mujeres, pero también en la población humilde, en sus necesidades. Cada una tiene sus peculiaridades.

Silvia García Ponzoda junto a Hanan Al-Shaykh durante la presentación del documental en Casa Mediterráneo – © María Gilabert / Revista Casa Mediterráneo

Un rasgo que tienen en común estas mujeres es que se sienten diferentes a su entorno. ¿Es el acceso a la educación lo que las hace rebelarse ante lo preestablecido o es algo innato a ellas?

Yo creo que es algo innato. Nawal es médico, procede de una familia humilde, pero poco a poco se va forjando su destino y finalmente estudia una carrera. Hanan viene de una familia muy humilde, pero es una mujer que quiere ver mundo y tiene ambiciones en la vida. Con el apoyo de su familia, algo que es muy importante, se va a estudiar a Egipto, se casa y su vida adquiere otros derroteros.

El caso de Janata es diferente, procede de una familia adinerada de Fez y a pesar de que se encuentra con algún tipo de oposición inicial, como es muy fuerte supera esas barreras. Son mujeres que rompen con lo que les estaba predestinado. Pero es verdad que vivían en una época de aperturismo en el mundo árabe, en la que se daba mucho más protagonismo a las mujeres. Yo creo que en la actualidad el retroceso en los países árabes es evidente.

¿A qué cree que se debe ese retroceso?

Después de los atentados del 11-S y con todos los cambios políticos que hubo en el mundo, muchos países árabes que no habían tenido nada que ver de repente se convirtieron en enemigos de Occidente. Y todas aquellas mujeres que se sentían cercanas al mundo occidental se cerraron más en sí mismas, porque si se mostraban demasiado a favor parecía que estaban traicionando su propia cultura, cuando su país estaba siendo amenazado por Occidente. Se han roto muchos lazos y hay que volver a crearlos.

¿Cuál es el objetivo de este documental?

El documental tiene ya quince años, aunque su discurso es muy actual. Yo quería dar a conocer esa otra realidad de esas mujeres fuertes, luchadoras, que vienen de diferentes países del mundo árabe y rompen estereotipos, como que todas las mujeres van con velo, que están sometidas a sus maridos,…

¿Qué repercusión ha tenido?

Este documental ganó el Premio Especial del Jurado del Festival de Cine de Mujeres de San Diego y ha funcionado muy bien por todo el mundo. Ha pasado por festivales en Japón, Estambul, Florencia, La Habana, Barcelona… Se ha visto mucho y se sigue viendo, está en manos de una distribuidora especializada en cine de mujeres, Women Make Movies, ubicada en Nueva York. Me sigue sorprendiendo el hecho de que al hacer búsquedas en Google descubra, por ejemplo, que el documental se esté proyectando en lugares como Búfalo.

¿Cuáles han sido sus siguientes proyectos audiovisuales?

Después de ‘Palabra de mujer’ hice el documental ‘Dins dels teus ulls’, en 2009, un proyecto muy personal para reflejar los últimos días de la Guerra Civil en Alicante. En 2009 no se hablaba apenas de estos temas relativos a la recuperación de la memoria. Por casualidad me topé con un libro de un señor catalán, Lluis Marco, que había estado en el Campo de Concentración de Los Almendros y en el Puerto de Alicante. Aún vivía, en Barcelona, pero tenía alzheimer.

A partir de esta historia empecé a reflexionar sobre cómo este señor ya no recordaba lo que había vivido, a pesar de que lo había reflejado en un libro, y cómo nuestra sociedad también sufre un poco de alzheimer sobre ciertas cosas que no quiere recordar. Recopilé testimonios de personas que habían estado en el Campo de Los Almendros y que se habían ido de España en el Stanbrook. Éste ha sido mi último proyecto de documental de autor. Ahora, sigo trabajando en temas audiovisuales dentro de las necesidades de mi trabajo en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

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