Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de los Océanos, Casa Mediterráneo presenta la exposición ‘Somos Agua’, obra de la fotógrafa Isabel Muñoz, Premio Nacional de Fotografía, en la que retrata a la apneísta y fotógrafa japonesa Ai Futaki, doble poseedora del récord Guinnes mundial de apnea, en una serie de 20 fotografías submarinas tomadas en el Oceanogràfic de Valencia. La muestra, que permanecerá en el Espacio Azul de la sede de la institución desde el 9 de junio hasta el 31 de julio, muestra la belleza que habita en el fondo marino para apelar a su preservación.
Isabel Muñoz destaca dentro del panorama fotográfico español contemporáneo apostando por la técnica de la platinotipia y por el gran formato con el objetivo de reforzar su discurso: su pasión por el cuerpo como forma de aproximación al estudio del ser humano. Una pasión que ya desde sus primeras series marca el inicio de un recorrido por numerosas culturas en las que busca capturar con su cámara la belleza del cuerpo humano, tratando desde bailes y luchas tradicionales hasta ciertas realidades y problemáticas en las que Muñoz establece un compromiso social. La fuerte presencia que Isabel Muñoz ha adquirido dentro de la realidad artística contemporánea queda reflejada en el reconocimiento a su trabajo a través de distintos premios y menciones, como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2009, la obtención en dos ocasiones del World Press Photo y el Premio Nacional de Fotografía 2016.
La japonesa Ai Futaki es doble poseedora del récord Guinness mundial de apnea y una de las pocas personas en el mundo que transmite el esplendor del mar de diversos ángulos, realizando vídeo/fotografía artística bajo el agua, presentaciones en televisión, conferencias y como instructora de apnea. Ai Futaki comenzó a nadar de manera competitiva cuando tenía sólo 3 años y desde entonces su vida ha estado unida al agua. En 2003, se cruzó con el buceo en Honduras y comenzó su vida submarina. En 2007 descubrió la apnea en Tailandia, una revelación que le cambió la vida al encontrar la forma más natural y libre de estar en el agua. Sus películas aparecen en TV, campañas publicitarias y exposiciones y su imagen se encuentra a menudo en las páginas de revistas y libros como los de Issey Mikaye o Isabel Muñoz.
Aprovechando la presencia de Isabel Muñoz y Ai Futaki en Alicante para presentar la exposición, mantuvimos una entrevista con ambas para conocer más a fondo su proyecto ‘Somos agua’, que aúna belleza y compromiso con la vida marina del planeta.
’Somos agua’ es una llamada de atención acerca de la preocupante contaminación que están experimentando los mares, con la consecuente amenaza que ello implica para la flora y fauna que los habitan. Esta denuncia, sin embargo, se expresa a través de la belleza. ¿El objetivo de las imágenes es mostrar el valor de lo que puede llegar a perderse de continuar la actual tendencia mundial?
Isabel Muñoz.- Sí, tanto Ai como yo llevamos cinco años trabajando de alguna manera en el proyecto ‘Somos agua’ y lo que realmente queremos transmitir, a través de la belleza, es un canto a la esperanza porque creemos que estamos a tiempo de cuidar ese mar que nos lo ha dado todo y dejar a las generaciones que vienen un mundo mejor. De hecho, desgraciadamente el momento que hemos tenido que vivir en estos dos últimos años nos ha demostrado que cuando quieres un poco a la naturaleza, ésta revive como una crisálida.

Isabel Muñoz frente a las telas flotantes de su exposición en Casa Mediterráneo – © Miriam Gil Albert
Resulta asombroso ver la relación que establece Ai con la fauna marina. Cómo toca, por ejemplo, a las medusas, y éstas no le pican. ¿Cómo consigue este tipo de interacción para que los animales no la vean como una amenaza?
Ai Futaki.- Siempre entro en el agua con respeto, el mismo que muestro cuando voy a casa de alguien. Con esta actitud de respeto a los animales marinos, ellos también me respetan a mí. Si quieren atacarme lo harán, pero nunca de forma repentina, sino después de una señal.
¿Cómo fue el proceso de realización de este proyecto que llevaron a cabo durante la pandemia en el Oceanogràfic de Valencia?
Isabel Muñoz.- Resulta curioso, porque yo creo en el destino y en la magia, y fue como si se cerrara el círculo. Comenzó en un momento en el que Ai, al ser japonesa, no podía entrar en España. El proyecto empezó en Casa Mediterráneo porque su director, Héctor Salvador, consiguió traerla y el Ocenogràfic se nos abrió para poder hacer este trabajo. Seguimos en pandemia, con un poco más de esperanza porque cada vez hay más personas vacunadas, pero empezó en un momento más complicado que el que ahora estamos viviendo.
En algunas de las fotografías, además de Ai aparecen otras personas. ¿Quiénes son?
Isabel Muñoz.- Además de Ai hemos contado con aquellos buzos o biólogos del Oceanogràfic que se prestaron a participar en el proyecto. Hay una pareja, Carlos y Marga, que son maravillosos y aparecen. El Oceanogràfic es un sitio mágico, uno de los oceanográficos mejores del mundo, pero aparte de la flora y fauna que te puedes encontrar, para mí lo más interesante es el componente humano. Son más de 400 las personas que trabajan allí, que investigan y enseñan a las nuevas generaciones a amar el mar.
En sus fotografías da la impresión de que Ai está bailando.
Isabel Muñoz.- Es que Ai baila con el agua. En la vida, aunque a veces no te das cuenta, los seres humanos bailamos y Ai baila con las olas. Y es cierto lo que ella decía: no sólo entra con respeto, sino que además tanto los animales que pueblan la tierra como los que pueblan el mar reconocen cuando alguien les tiene consideración, y la toman como a uno más. También ayuda el hecho de que no lleve botella. Ellos aprecian ese respeto y es algo muy especial.
Cuando Ai se va a sumergir en el agua para ser fotografiada, ¿previamente hablan entre ustedes de lo que tiene que hacer o se deja llevar por la improvisación?
Isabel Muñoz.- No paramos de hablar. Quien tiene que convivir con nosotras no sé cómo nos aguanta (risas). Estamos siempre planeando lo que va a hacer debajo del agua, pero ella tiene un contacto muy especial y una vez que se mete, se va. Y repetimos y repetimos. Yo, lo que te puedo decir es que no soy ni buza ni fotógrafa submarina, y bajo el agua resulta muy complicado comunicarse. Pero en cuanto me acerco a Ai, ella sabe lo que tiene que hacer, tenemos una comunicación muy especial.
No es la primera vez que trabajan juntas en un proyecto fotográfico. Ya lo hicieron en las aguas heladas de Japón, captando imágenes de apabullante belleza bajo los icebergs. ¿Cómo se conocieron y cómo fue esa experiencia fotográfica soportando temperaturas bajo cero?
Ai Futaki.- Fue hace unos 27 años, cuando Isabel tenía el sueño de realizar un proyecto en Japón.
Isabel Muñoz.- Yo llevaba 25 años esperando a que los jardines secretos de Japón se me abrieran y cuando lo intenté, al ser joven y mujer, no lo conseguí. Pero nunca abandono y a través de una exposición en Kyotographie (Kyoto International Photography Festival) que comisariaba François Cheval se me abrieron. Y entonces empecé a plantearme cómo contarlo. Estaba también inmersa, aquí en el Mediterráneo, tratando el tema del mar, de los plásticos y el cambio climático y pensé empezar a contar los orígenes de ‘Somos agua’ a través de su mitología, que está mucho más cerca de nosotros de lo que creemos. En la mitología japonesa se encuentra la diosa de la luz, Amaterasu, que es una mujer. No quería representarla ni a través de una modelo ni de una apneísta, sino de alguien que tuviera un contacto especial con el mar y fue cuando el director de Kyotographie, Yusuke Nakanishi, me habló de Ai y la conocí.
Ai Futaki.- Sin saber nada fui a esta exposición organizada por Kyotographie y cuando vi las miradas de los gorilas en las fotografías de Isabel, me quedé asombrada porque era el tipo de mirada que yo veo bajo el agua. Pensé que sería mágico poder hacer algo juntas. Cuando nos conocimos, Isabel no esperaba que yo hablara español, de hecho con nosotras había un traductor que se quedó sin poder hacer su trabajo.
Isabel Muñoz.- Trabajamos juntas desde entonces, pero no sólo bajo el agua. Ha sido Ai la que me ha permitido seguir trabajando durante esos cinco años. Nunca habría podido hablar de Japón como lo he hecho si Ai no me hubiera ayudado. Este proyecto se ha hecho en un tiempo récord. Creo que tiene una varita mágica. Sin Ai, que además es una magnífica fotógrafa, con una forma de ver el mar muy personal y especial, no habríamos llegado a tiempo, ya que se trata de dos exposiciones con vídeos, instalaciones…
Ai Futaki.- Todo tiene su por qué, no se trata de una cuestión de suerte. Isabel también me abrió la puerta a su estudio, donde he podido aprender a editar, entre otras técnicas.

Ai Futaki – © Miriam Gil Albert
‘Somos agua’ es un proyecto formado por dos exposiciones: una muestra interactiva que se ha presentado en Madrid en el marco de PhotoEspaña y otra de gran formato producida por Casa Mediterráneo con la colaboración del Oceanogràfic. ¿En qué consisten ambas exposiciones?
Isabel Muñoz.- La exposición que se ha presentado en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid tiene una pieza interactiva y generativa, en la que cada persona va a tener una experiencia distinta, dos piezas en plata sobre cristal en alusión a las escamas de los peces y un making-of. Y aquí vamos a ver diez imágenes en lonas de 2 x 3, y como cuando entras en Casa Mediterráneo es como si te adentraras en el mar, en una parte de la estación va a haber otras diez imágenes impresas sobre piezas de seda que evocan praderas de posidonia. Además Gértrud Gómez, la comisaria de la exposición, me dijo que la provincia de Alicante ha sido siempre textil. Y el hecho de que las sedas impresas las haya realizado una empresa de Villena, TexAthenea, para mí era importante.
El proyecto va a seguir creciendo, de hecho, uno de sus próximas paradas será la isla de Tabarca, donde se proponen denunciar la progresiva desaparición de la posidonia, planta acuática endémica en el Mediterráneo. ¿Nos puede adelantar algo de este proyecto?
Isabel Muñoz.- Gracias a una persona y a la ayuda de Gértrud hemos conseguido descubrir Tabarca. Me he estado bañando desde pequeña en Santa Pola, frente a esa isla, y no sabía que acabaría enamorándome de ella y de sus fondos marinos. Vamos a realizar un trabajo allí. Además, otro sueño que tenemos es fotografiar las belugas, en libertad, porque están en peligro de extinción. Se trata de expediciones complicadas y costosas para poder llegar a lugares remotos como el Ártico, pero algún día lo haremos.
Ai Futaki.- El año pasado justo antes de empezar la pandemia Isabel vino a Japón e hizo fotografías bajo el hielo a menos seis grados. Se sumergió tres veces cincuenta minutos en un día.
Isabel Muñoz.- Aún no me lo creo, aunque luego lloraba de frío. Pero cuando coges la cámara, de alguna manera entras en trance y no sientes ni calor ni frío. Muchas veces cuando no consigo la foto incluso bailo hasta que la logro. Luego viendo los making-of es curioso comprobar que haces tú lo que quieres que hagan. Con Ai no hace falta, porque ella baila con las olas.
En el proyecto que las llevará a Tabarca uno de los fenómenos que van a denunciar es la progresiva desaparición de la posidonia…
Isabel Muñoz.- Sí, soy mediterránea y siempre he amado el mar. Desde que era pequeña hasta ahora ha habido un cambio tan grande… Creo que si somos capaces de evitar la extinción de la posidonia, que además aporta muchos nutrientes y regenera el oxígeno del agua, contribuiremos a que el Mediterráneo se degenere lo menos posible. Este proyecto, tanto para Ai como para mí, no sólo es una denuncia, sino una forma de mostrar cómo era el mar antes de que el ser humano lo destrozara, para darnos cuenta de lo que tenemos, para amarlo y cuidarlo un poco más. Es una forma de mostrar lo que ya no tenemos diciendo que todavía estamos a tiempo de revertirlo.
Gertrud Gómez.- Realmente somos agua, como el título de la exposición. Tenemos la misma proporción que el planeta: un 70% de agua y todo lo que sale de nosotros tiene sal. Nos hemos desconectado de algo de lo que venimos.
Isabel Muñoz.- Además hay un 40% de la humanidad sin acceso al agua y sin agua no hay vida. No sólo hay que cuidar el mar con todo lo que conlleva, sino también el agua en toda su dimensión.
Ai Futaki.- Todo está conectado. Ése es el mensaje que siempre quiero transmitir: somos parte del planeta, no sus dueños.
La exposición ‘Somos agua’ puede visitarse en Casa Mediterráneo desde el 9 de junio hasta el 30 de julio, de lunes a viernes, de 9 a 14 h., previa inscripción a través del correo electrónico: eventos@casa-mediterraneo.es.
El acto de inauguración de la exposición ‘Somos agua’ podrá seguirse el martes 8 de junio a las 19:00 horas en formato de redifusión aquí.
*Imagen superior destacada: Isabel Muñoz frente a sus fotografías impresas sobre telas flotantes de la exposición ‘Somos agua’ en Casa Mediterráneo – © Miriam Gil Albert