Revista Casa Mediterráneo

‘Umberto D’, la soledad de nuestros mayores

en septiembre 2, 2020

Por Luis López Belda.

Ahora que la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 y el posterior confinamiento han sacado a relucir la soledad de parte de nuestros mayores (tanto en residencias como en sus domicilios particulares) resulta más que pertinente recordar esta obra maestra del director italiano Vittorio de Sica y recomendar su visionado, ahora que las plataformas de streaming nos permiten recuperar o (re)descubrir numerosas joyas del séptimo arte.

Esta película es un clásico del neorrealismo italiano y, posiblemente, uno de sus cantos de cisne, pues el movimiento está entrando en su recta final debido al agotamiento y repetición de la fórmula, la supuesta mejora de la situación económica del país y la llegada de la gran generación de maestros italianos de la pantalla (Fellini, Antonioni, Pasolini, Visconti…) que, si bien empezaron sus carreras bajo el paraguas temático y formal del neorrealismo dominante, pronto viraron hacia estilos y preocupaciones más personales. Incluso el propio De Sica y Rosellini (maestros fundadores de este movimiento audiovisual, estético e ideológico fundamental) evolucionaron por otros derroteros en la parte final de su carrera.

Los actores principales eran no profesionales, elegidos por De Sica casi al azar. El anciano protagonista, Umberto D (o Umberto Domenico Ferrari) es interpretado por Carlo Battisti, un profesor de lingüística encontrado en la calle por De Sica, un hombre incapaz de recordar sus diálogos, pero que transmite el patetismo y dignidad del personaje de una  forma sublime. Su único amigo humano es una sirvienta interpretada por una colegiala de 15 años (Maria Pia Casilio). El director la encontró en un balcón mientras observaba a una multitud de chicas que optaban al papel en un casting improvisado por De Sica en plena calle. Maria hizo otras películas pero Battisti no volvió  a ponerse delante de una cámara o al menos no queda constancia de ello. Su gran logro profesional fue el Diccionario Etimológico de la Lengua Italiana.

Fotograma de ‘Umberto D’

El único profesional que desempeña un papel importante en el film es el perro Flike, interpretado por un can entrenado llamado Napoleone, que apareció en otros films de la época. Seguramente si De Sica hubiera encontrado un perro no profesional que hubiera dado la talla en cámara, le hubiera ofrecido el papel sin dudarlo.

Un anciano, Umberto D., y su perro Flike viven en una habitación de un apartamento más grande, propiedad de una llamativa y cruel mujer de mediana edad, una cantante interpretada por Lina Gennari, una actriz profesional en un pequeño pero importante rol. Quiere desalojar al anciano para poder ganar más dinero alquilando la habitación por horas a parejas que buscan un lugar para tener sus encuentros sexuales. Al mismo tiempo, está intentando casarse con un pretendiente rico.

La película se aparta del neorrealismo al centrarse en un personaje de la clase media y no de la clase obrera como era habitual en este estilo delimitado por la temática social, el rodaje en exteriores e interiores reales y la presencia de actores no profesionales. Umberto D. es un profesor retirado y el anciano se esfuerza mucho por mantener sus pretensiones burguesas a pesar de que la pensión que le ha quedado lo acerca a la miseria. A diferencia de las víctimas-héroes de “El limpiabotas” y Ladrones de bicicletas, es un viejo cascarrabias que puede ser bastante desagradable. Como dice De Sica, “Él es bueno solo con los que le parecen buenos, y extremadamente desagradable con los que no se lo parecen”.

Pero el estilo neorrealista sigue presente aunque el protagonista y sus deseos se alejen del canon. La cámara se demora en fragmentos de la vida cotidiana: la rutina matutina de la sirvienta, caminantes en la calle, un autobús que se prepara para partir o las personas en un parque, hasta el punto en que parecen filmadas en tiempo real. Se puede hablar de “el cine de la mirada fija”. Y, como otras películas neorrealistas, la trama es mínima y el final inconcluso.

Todos los esfuerzos del profesor fracasan y la película termina de la mejor manera neorrealista: Umberto D. y Flike salen del encuadre de la película hacia un futuro incierto y probablemente miserable de persona sin hogar. El final abierto también permite una lectura más optimista: por fin, se ha deshecho de su desesperado pasado.

No hay alegría en esta película. Es difícil imaginar una película más sombría. De Sica ha escrito sobre ello: “¿Cuál es el significado de la película? Busca poner en la pantalla el drama de la incapacidad del hombre para comunicarse con su prójimo “. Creo que cuando De Sica habla de “comunicarse” esta haciendo referencia a mucho más que, simplemente, personas hablando entre sí. Creo que se refiere a la capacidad de amar o cuidar o simplemente estar cerca de alguien. Y eso no pasa en esta película, excepto entre Umberto y su perro.

Brillante como es, el film fracasó estrepitosamente en la taquilla, a pesar de ganar el Premio del Círculo de Críticos de Cine de Nueva York a la Mejor Película Extranjera y estar nominado al Gran Premio del Festival de Cannes, así como a otros premios en Dinamarca y Finlandia. Fue nominada al Oscar al mejor guion en un raro honor para artistas no anglosajones, en este caso en honor a De Sica, y Cesare Zavattini. Pero varios problemas con productores y distribuidores hicieron que fracasara financieramente. 

El protagonista de ‘Umberto D’ y su perro

La película recibió duras críticas de Giulio Andreotti, responsable de la producción cinematográfica de Italia en ese momento y, más tarde, primer ministro. Y el Partido Comunista también atacó la película. Por tanto, molestó a unos y otros, como les ocurre a los artistas que no se casan con nadie. Para la Democracia Cristiana daba una imagen muy pesimista del país inadecuada para los nuevos tiempos de bonanza que se pretendían. De Sica estaba siendo antipatriota con este film según Andreotti. Para los comunistas, De Sica se había vendido al no hablar de los pobres y centrarse en un profesor estirado y prejuicioso. El fracaso de Umberto D. pudo ser la causa, según muchos expertos, del fin del movimiento neorrealista.

 FICHA ARTÍSTICA 

País: Italia. Título original: Umberto D. Año: 1952. Dirección: Vittorio De Sica Guión:  Cesare Zavattini, Vittorio De Sica. Duración: 88 min. Música: Alessandro Cicognini. Fotografía: Aldo Graziati. Reparto: Carlo Battisti, Maria Pia Casilio, Lina Gennari, Memmo Carotenuto, Alberto Albani Barbieri

 PRINCIPALES MENCIONES 

1956: Nominada al Oscar: Mejor guión.

1955: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera.

1952: Cannes: Nominada al Gran Premio del Festival.

 PUNTUACIONES EN WEBS DE REFERENCIA 

-8,2 sobre 10 en FilmAffinity con 6.982 votos 

-8,2 sobre 10 en IMDB con 22.206 votos

 PLATAFORMA DE STREAMING DONDE PUEDE VERSE EL FILM 

-Filmin

-Amazon Prime

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mariagialma@gmail.com‘Umberto D’, la soledad de nuestros mayores